En su carácter de presidente de la Fundación FIFA, el expresidente Mauricio Macri viajó el viernes a Doha para presenciar la Copa del Mundo Qatar 2022, y fue visto en el estadio Lusail en el fallido debut de la Selección Argentina ante Arabia Saudí en el palco oficial rodeado de funcionarios árabes y cataríes.
El expresidente será uno de los pocos referentes de Juntos por el Cambio (JxC) que estará presente en el Mundial, y después de lanzar a Andrés Ibarra como su candidato a la presidencia de Boca Juniors la semana pasada parece haberse recostado de nuevo en su afición por el fútbol.
La mayoría de los dirigentes de la coalición opositora prefirieron permanecer en el país debido a la compleja situación económica y social, y alentar a la “albiceleste” desde sus casas.
“Soy amigo del emir de Qatar desde hace años, es hincha de Boca”, bromeó Macri antes del partido ante la consulta de DSports Radio. Además, pronosticó que el seleccionado nacional terminará el Mundial entre los cinco mejores equipos. (Esto lo dijo antes de que comenzara el partido).
Como titular de la Fundación FIFA, un cargo “ad honorem” y dedicado a la promoción social del deporte, el cofundador de Cambiemos oficiará como anfitrión junto con Gianni Infantino, presidente de la FIFA, de las delegaciones internacionales de políticos y empresarios que llegaron a Doha.
El exmandatario fue designado allí por el dirigente ítalo-suizo luego de que éste lo invitara a participar de la cumbre del G20 celebrada en 2018 en Buenos Aires. Una devolución de atenciones.
Tras su polémico furcio sobre Alemania -hablando de fútbol dijo que los germanos eran una “raza superior”; luego pidió disculpas-, Macri fue solo a Qatar, sin ninguno de sus colaboradores más estrechos.
Al final del verano argentino (“en marzo o abril”), según como le den las encuestas, tomará una decisión sobre si lanza su precandidatura presidencial en las PASO, donde debería enfrentar a Horacio Rodríguez Larreta. En ese caso, la que debería dar un paso al costado sería Patricia Bullrich, que hasta ahora fue impulsada por el propio Macri, quien la nombró presidenta del PRO.