Consternación causó en Lukoil, la que fue la mayor petrolera rusa hasta que Rosneft recibió los activos expropiados a la empresa Yukos, y aún la más grande del ámbito privado, la noticia de que el presidente de su directorio, Ravil Maganov, fue hallado muerto tras arrojarse al vacío desde un sexto piso de un hospital de Moscú.

Los medios locales indican que Maganov, de 64 años, estaba siendo tratado de una grave enfermedad, por lo que todo apunta a que podría tratarse de un suicidio aunque, de momento, se desconocen las causas que provocaron la caída del empresario.

Según los primeros informes, las fuerzas de seguridad están trabajando en las inmediaciones del hospital capitalino y han iniciado una investigación para esclarecer las causas del fallecimiento.

La agencia de noticias Mash aseguró que Maganov “se arrojó al vacío desde el sexto piso del Hospital Clínico Central en la calle Marshala Timoshenko”. 

En la misma línea informó ENews112, que señaló que “el presidente de Lukoil ha muerto como consecuencia de una caída desde la ventana de un hospital en Moscú, lugar en el que estaba siendo tratado, por lo que los investigadores tendrán que determinar las causas de su caída”.

El presidente de Lukoil trabajaba desde 1993 en la petrolera en posiciones ejecutivas y en 2020 la junta directiva lo nombró presidente en lugar de Valeri Greifer, quien falleció en abril de ese año. 

La compañía se mostró “entristecida” por el fallecimiento de Maganov, quien “murió tras una grave enfermedad“. El directivo, señala un comunicado, “hizo una contribución invaluable no solo al desarrollo de la compañía, sino a toda la industria rusa de petróleo y gas”. Y gracias a su talento gerencial, Lukoil “pasó rápidamente de ser una pequeña empresa productora de petróleo a una de las compañías energéticas líderes en el mundo”.

Este no ha sido el único fallecimiento de un directivo de una gran empresa rusa en el último tiempo. En julio fue hallado muerto Yury Voronov, empresario ruso con conexiones con la petrolera Gazprom, que fue hallado en su lujosa mansión a las puertas de San Petersburgo, con un disparo en la cabeza y flotando en el agua.

Antes, en abril, fueron hallados los cuerpos sin vida de Vladislav Aváev, expresidente de Gazprombank, junto a los de su esposa y su hija; y el de Serguéi Protoseniu, exgerente de la compañía Novatek, barajándose en estos casos, también, la hipótesis de suicidio puesto que se hallaron cartas de despedida.