Ámbar, la pareja de Fernando Sabag Montiel, detenido por apuntar con una pistola cargada a Cristina Kirchner, y Nicolás, un amigo de él, aseguraron que no notaron comportamientos extraños en el hombre, y negaron pertenecer a una organización terrorista y que que el atacante hubiera planificado la agresión.
Ambos trabajan vendiendo algodones de azúcar en “un microemprendimiento”, revelaron, y conocieron al agresor compartiendo esa actividad. “Somos laburantes”, enfatizaron en declaraciones a Telefe.
Denunciaron además que, después del intento de magnicidio, comenzaron a recibir amenazas en las redes sociales y fueron acusados de conspirar junto a Sabag Montiel para que perpetrara el ataque, que causó conmoción en el país y en la comunidad internacional.
“Tengo mucho miedo, nos están culpando de algo que no hicimos”, dijo la joven. “Dicen que somos de un grupo terrorista y nosotros no tenemos nada que ver”, aseguró, y reveló que se enteró de lo ocurrido por televisión. “No pensé que iba a hacer algo así”, remarcó.
La mujer sostuvo que nunca vio un arma en el domicilio del implicado, con quien convivía desde hace un mes, después de que la Policía allanara, por orden de la jueza federal María Eugenia Capuchetti, la vivienda ubicada en el partido de San Martín y encontrara 100 balas. “No vi el arma, la verdad que no estaba al tanto de eso”, insistió.
También aseguró que el detenido no les contó sobre sus intenciones previamente: “No me dijo ningún detalle, no lo imaginamos”. Y agregó: “No entiendo por qué lo hizo. Él es un buen hombre, trabajador. Trabajaba con nosotros. No entendemos. Me asombró, no pensé que sería capaz de hacer algo así”.
Por su parte, Nicolás le restó importancia a los tatuajes de su amigo, que fueron relacionados con grupos neonazis: “Los tatuajes son tatuajes, simplemente eso. Ven un tatuaje y ya creen que es nazi”.
En cuanto al arma, respondió que Sabag Montiel nunca le dijo que tuviera una. “De hecho, es uno de los perfiles más tranquilos que vi“, enfatizó. “Es una persona de hablar, hacer chistes. Por eso, verlo así en cámara y ver lo que hizo, fue como ver a otra persona, no sé qué tenía en la cabeza”.