“Vuelvo a este medio después de mucho tiempo, para decir que esto es una MENTIRA ABSOLUTA. No soy de contestar, pero lamento que un diario tan prestigioso, mienta así. Ayer estuve en mi casa casi todo el día y solo salí para llevar a fútbol a mi hijo menor. Gracias”.
De este modo, Marcelo Tinelli salió a aclarar lo publicado por el diario Clarín, un registro de audiencias del jueves pasado en el ministerio de Salud que daba cuenta de la visita del conductor y empresario de medios para asesorar a Juan Manuel Castelli, el subsecretario de Estrategias Sanitarias.
Esta noche se supo que ese registro publicado como cierto por el diario es apócrifo y que las autoridades analizan la trazabilidad para determinar el usuario que lo subió a la web.
Esta sábado a la mañana la cartera que conduce Carla Vizzotti negó la existencia de la reunión y agregó que el contenido subido a la web oficial de audiencias era “evidentemente falso”.
Por la tarde, a las 15, cerca de Vizzotti explicaron a La Nación: “Lo que sabemos hasta ahora: se hackeó la cuenta de una trabajadora del Ministerio, desde donde se cargó la audiencia en el Registro. El Registro Único de audiencias (RUA) está bajo la órbita del Ministerio del Interior. Junto a ellos, estamos tomando las medidas necesarias para saber desde dónde se hizo el registro. luego se borrará el registro”.
Fuentes de Interior explicaron el procedimiento de carga de audiencias en el RUA y detallaron: “A raíz del decreto 1172/2003, desde los directores nacionales hasta el presidente son sujetos obligados de informar sus audiencias. El Ministerio del Interior fue asignado como autoridad de aplicación de esa normativa, y por eso el sistema está a cargo nuestro”.
“Desde 2008 hasta 2016 funcionó con un sistema, y la gestión anterior diseñó uno nuevo, el actual, que la verdad que tiene muchísimos problemas de compatibilidad y de funcionamiento, pero no hay indicios de que haya sido hackeado”, indicaron cerca de Eduardo “Wado” De Pedro.
Sobre quién es responsable de la carga de las audiencias, explicaron: “Cada funcionario, no cada organismo, asigna a una, dos o tres personas para que hagan la carga de sus audiencias. En este caso, una persona dependiente del funcionario en cuestión, tiene que haber cargado esa audiencia”.
“El sistema tiene sus dificultades pero tiene una trazabilidad, por lo que se está chequeando con la persona que cargó esa audiencia para verificar el caso concreto. Pero la carga de audiencias de cada funcionario solo está autorizada por los usuarios y claves determinados por esa persona, por lo que el espectro a analizar para entender lo sucedido en este caso es bastante reducido”, indicaron desde el ministerio del Interior.
Para remarcar que el error o la intrusión no fue responsabilidad del sitio donde figura la audiencia, agregaron: “Nosotros desde Interior ponemos el sistema y asignamos los usuarios a partir del pedido formal de cada funcionario, pero no tenemos injerencia en el contenido que carga cada uno de esos usuarios en sí, especialmente, porque lo que se consigna allí tiene entidad de declaración jurada”.
Tal como se estableció hace casi dos décadas, “una audiencia de gestión de intereses es un encuentro con un sujeto obligado solicitado por personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, en el que el solicitante busca influir en las funciones y/o decisiones de cualquier organismo o funcionario que se encuentre bajo la jurisdicción del Poder Ejecutivo Nacional”.
Según se indica en la propia web, “Los sujetos obligados a registrar sus Audiencias de Gestión de Intereses son todos aquellos funcionarios públicos cuya categoría sea equivalente o superior a Director General”.