El papa Francisco fue dado de alta este viernes luego de nueve noches internado al someterse a una nueva operación de abdomen en el hospital Gemelli de Roma. El Pontífice volverá a mostrarse en público el próximo domingo para recitar el Ángelus desde el Palacio Apostólico vaticano.
Con una sonrisa en la cara, Francisco ratificó a los periodistas que lo esperaban en la puerta del centro de salud romano que está “todavía vivo” y en un breve intercambio manifestó su “dolor” por los migrantes muertos en las últimas horas en un naufragio frente a las costas de Grecia.
El Papa tiene sus reuniones de la semana próxima “confirmadas” salvo la audiencia general del miércoles 21 que se canceló “para salvaguardar la recuperación post operatoria”, informó el Vaticano.
El Papa retomará su agenda de audiencias desde el lunes para afrontar una semana en la que tiene en carpeta recibir a los presidentes de Cuba, Miguel Díaz Canel, y de Brasil, Luis Inacio “Lula” de Silva.
Según planteó el médico que lo operó, Sergio Alfieri, Francisco “está mejor que antes” de haber sido intervenido. El Pontífice, de 86 años, fue intervenido el pasado 7 de junio con anestesia general para la colocación de una malla en el abdomen que impida la formación de una obstrucción intestinal.