La reciente articulación entre el ministerio de Defensa, las Fuerzas Armadas y la empresa estatal de Investigación Aplicada (INVAP) permitirá el desarrollo de proyectos estratégicos de control del espacio aéreo.
Dentro de ese paquete se encuentra la financiación para la producción del RUAS-160, un sistema de vehículos aéreos no tripulados de alas rotatorias, compacto y de gran autonomía que será destinado a la Armada.
El joven contratista rural Nicolás Marinelli (29) es el “padre” de este vehículo aéreo que puede operar desde espacios muy reducidos de cubierta donde un helicóptero convencional no entraría. Una vez desarrollado, el proyecto será propiedad intelectual de la cartera de Defensa y podrá producirse en serie.
La ventaja del RUAS es que es un artefacto compacto y liviano que puede ser transportado fácilmente, desplegarse en cualquier terreno o desde cubierta, y operar en condiciones climáticas adversas con un riesgo reducido en comparación con otros dispositivos de esta clase.
El aparato cuenta con dos opciones para su control operativo: para operaciones de mínima logística tiene un sistema robusto de estación terrena de control portátil; y para operaciones más complejas, un sistema completo de consolas de control con capacidad de comunicación a larga distancia.
En el Mar Argentino el RUAS podría incluso llevar armamento liviano y convencer a un pesquero en fuga de que es mejor parar los motores y esperar el abordaje de las autoridades de control. También aplicar algún fitosanitario a dosis ahorrativas de 3 kilos por hectárea, sin problemas de deriva por viento ya que puede operar a altura baja.