El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro fue internado este lunes en un hospital de Orlando, Estados Unidos, a raíz de fuertes dolores abdominales, al día siguiente del ataque de sus seguidores a las sedes de los tres poderes del Estado en Brasilia.
El dirigente ultraderechista fue sometido en varias oportunidades a intervenciones quirúrgicas como consecuencia de la puñalada que le dio un fanático en 2018, cuando estaba en la campaña electoral que lo llevó a la presidencia de Brasil. La última internación por este tema había sido en noviembre del año pasado.
Bolsonaro está internado en AdventHealth Celebration, un hospital con 220 camas en la región de Orlando, en Florida, región estadounidense a la que llegó el último 31 de diciembre, un día antes de la asunción de su sucesor, Luiz Inácio Lula da Silva, a quien debía entregarle la banda presidencial al asumir, en el primer día del presente año.
La hospitalización de Bolsonaro se produce un día después del asalto a los edificios del Planalto, el Tribunal Supremo y el Congreso, lo que lo forzó a tomar distancia de sus seguidores luego de que Lula lo responsabilizara por su discurso de odio hacia sus opositores.
“Las manifestaciones pacíficas, en forma de ley, son parte de la democracia. Sin embargo, las depredaciones e invasiones de edificios públicos como las ocurridas hoy, así como las practicadas por la izquierda en 2013 y 2017, escapan a la regla”, se despegó ayer el exmandatario en su cuenta de Twitter de las acciones violentas de sus seguidores, de los cuales al menos 1.200 fueron detenidos.