El entrenador Lionel Scaloni no aguantó las lágrimas luego del último penal de Gonzalo Montiel que permitió que la Selección Argentina de fútbol se consagrara campeona del mundo por tercera vez en su historia.

Sin poder creer lo que estaba viviendo, y durante unos minutos en soledad, el DT del equipo nacional no pudo soportar la presión de saber que gracias a su liderazgo la Selección consiguió levantar la copa.

Además, también vivió otro gran momento cuando fue a saludar a su familia, que se encontraba en la tribuna, donde uno de sus hijos no paraba de llorar y de agradecerle el campeonato.

A pesar de un comienzo difícil contra Arabia Saudita, la “albiceleste” logró demostrar que en los momentos más difíciles podía salir adelante y de la mejor forma.

Este domingo, ante Francia, pasó de ir ganando cómoda 2-0 hasta los 71 minutos a ir al alargue porque los galos lograron empatar. Luego, logró ponerse 3-2 a los 108 minutos pero diez minutos más tarde “les bleus” volvieron a igualar.

Dos goles y dos remontadas anímicas: en los tiros desde los 12 pasos Argentina terminó imponiéndose 4-2.

En muchas oportunidades Scaloni pareció distante de los festejos, pero esta vez pudo sacar esa presión y felicidad y demostrarla en unas lágrimas conmovedoras.

Nuevamente en Blangladesh, asiático de 166 millones de habitantes con un sufrido pasado colonial británico, miles de hinchas de la Nacional salieron a festejar, como lo hicieron todo el Mundial.