Fernando Sabag Montiel, el atacante que gatilló sin que el disparo saliera del arma contra Cristina Kirchner, había estado a metros del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, los días previos al fallido intento de magnicidio en la puerta del departamento de la vicepresidenta en el barrio porteño de la Recoleta.

Las imágenes reveladas por el canal de noticias C5N muestran a Sabag Montiel el domingo 27 de agosto, al día siguiente de la polémica por las vallas alrededor de la esquina de Juncal y Uruguay que había colocado la Policía de la Ciudad para impedir que los militantes kirchneristas se manifestaran frente a la puerta del domicilio de la exmandataria. Mientras Kicillof saludaba a la gente que se había agrupado en la zona, se puede observar a Sabag Montiel de gorro y barbijo.

El material se sumará a las pruebas en la causa que lleva adelante la jueza María Eugenia Capuchetti y abona la hipótesis de que Sabag Montiel y su novia, Brenda Uliarte, realizaron trabajos de inteligencia previa para preparara el ataque perpetrado el pasado 1° de septiembre.

En ese sentido, los cinco integrantes del llamado grupo de los “copitos”, por dedicarse a la venta de algodón de azúcar en actos masivos junto a los acusados, declararon ya como testigos ante Capuchetti y el físcal Carlos Rivolo y entregaron sus celulares para pericias aún en curso. Bajo juramento de verdad, aseguraron que nunca supieron lo que planeaba Sabag Montiel.

En la investigación se suman evidencias de que luego del hecho, la novia del detenido como autor material se fue del lugar y recibió algún tipo de ayuda por parte de su entorno y que incluso buscaron entre ellos formas de contactarse sin ser detectados, como perfiles falsos en redes sociales.

Según la imputación contra Sabag y Uliarte para cometer el hecho hubo “planificación previa y acuerdo de partes” entre ambos, además de transporte de arma de fuego sin autorización y acopio de municiones.

“Brenda no tuvo nada que ver… y yo tampoco”, se limitó a decir esta semana Sabag Montiel en una ampliación de indagatoria en la que se negó a declarar.

A su turno, Uliarte había dicho que no tuvo nada que ver con el intento de homicidio ni con su planificación, que solo fue hasta la casa de la Vicepresidenta a acompañar a su novio y que lo que él hizo le pareció aberrante: no quiso responder preguntas ni del tribunal ni de la fiscalía, y solo le contestó a su defensor oficial, Gustavo Kollman.