El general Juan Domingo Perón aseguraba que los argentinos eran todos peronistas, pero que el problema era que muchos no lo sabían. Y también que eran “como los gatos”, y que cuando se los oía gritar los demás crían que se estaban peleando pero en realidad se estaban reproduciendo.
Si estos dos apotecmas fueran ciertos, el peronismo en todas sus variantes -y unido- se estaría encaminando hacia una victoria segura en las elecciones presidenciales de 2023, pero no parece ser así. Al menos casi nada indica hoy que esto vaya a suceder. El tiempo dirá.
El por ahora inexplicable -e inadmisible- intento de ataque a la vicepresidenta Cristina Kirchner parecía haber encolumnado a la dirigencia peronista detrás de su figura, pero no fue así. A 45 días de aquella distorsión de tiempo y espacio en que se convirtió ese hecho, la interna en el Frente de Todos (FdT) explotó en su real magnitud y profundidad y este 17 de Octubre los muestra divididos en al menos tres actos por el “Día de la Lealtad”, lo que para los “gorilas” -que nunca han dejado de haber- es claramente un oxímoron.
La presidenta del Senado, el presidente en ejercicio, Alberto Fernández, y el hombre fuerte “in pectore” de la alianza en el gobierno -Sergio Massa- han usado sus redes sociales para enviar mensajes a su núcleo duro y sentar posición sobre la muy grave situación actual.
El Presidente destacó la creación de empleo y llamó a la unidad; la vicepresidenta cuestionó la inflación y pidió un urgente congelamientos de precios; y el titular del Palacio de Hacienda se ha dividido entre el frente externo y el interno, con todos los resortes del poder en sus manos aunque sin romper con CFK: de lo contrario, giraría loco como un trompo.
En un caso inédito en el peronismo, que carga ya con 70 años de rica historia, el primer mandatario declinó participar de ninguna de los actos alternativos con el fin de no alterar la frágil -y formal- unidad del movimiento. A esta altura, Alberto F. es más un abogado porteño que de joven se afilió al Partido Conservador Popular que un dirigente peronista: una suerte de Fernando de la Rúa haciendo la “V” de la victoria.
La Casa Rosada informó que el jefe de Estado inauguraría la finalización de la autopista Ezeiza-Cañuelas junto al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis. También que participaría otros “actos de gobierno” por videoconferencia con los ministros Victoria Tolosa Paz, Jaime Perczyk y Alexis Guerrera, y los gobernadores Ricardo Quintela, Gustavo Bordet y Sergio Ziliotto durante la puesta en marcha de obras en diferentes provincias.
El acto de mayor convocatoria será el de Pablo Moyano, el heredero de Hugo, que lidera el Frente Sindical por el Modelo Nacional; y al que acompañrán la Corriente Federal de Trabajadores que conduce el bancario Sergio Palazzo; las CTA de Hugo Yasky y Ricardo Peidró, y diversas organizaciones sociales kirchneristas. A ellas se sumará La Cámpora de Máximo Kirchner, junto a la cual se prevé que habrá varios intendentes del Conurbano, la “hidroponia” política del hijo de CFK.
Convocaron a Plaza de Mayo y los neocamporistas avisaron que habrá críticas al Gobierno del que forman parte. El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) -ya un “leit motiv” desde casi el comienzo de la gestión de Martín Guzmán-, la inflación imparable y el manejo del conflicto mapuche son los temas que le preocupan a los neocampopristas y dejaron al descubierto la división en temas clave.
Si bien Máximo y Massa mantienen la alianza que sellaron en el Congreso, en el histórico paseo se escucharán duras críticas a la gestión económica y a la imposibilidad de mantener a raya la escalada de precios, lo que genera un notable deterioro de los ingresos. Hacer un paneo por los canales de TV oficialistas permite ver el estado de animadversión del “cristinismo” hacia el “albertismo”, si eso subsiste.
Vamos a Obras. La interna del FdT tiene su correlato en la CGT ya que los aliados de Alberto F., con Héctor Daer y Carlos Acuña a la cabeza, se encontrarán este lunes en el estadio de Obras Sanitarias, lejos del acto en Plaza de Mayo, al que convoca el hijo mayor de Hugo Moyano, tercer integrante del triunvirato.
La interna del FdT se replica en la CGT y los aliados a Alberto F., con Héctor Daer y Carlos Acuña a la cabeza, se encontrarán este lunes en el estadio de Obras Sanitarias, lejos del acto en Plaza de Mayo, al que convoca el hijo mayor de Hugo Moyano, tercer integrante del triunvirato.
La invitación del Presidente a Daer y Acuña a una cena en la Quinta de Olivos semanas atrás aumentó el malestar del moyanismo. Y aunque el mandatario recibió al líder de Camioneros horas después, no logró calmar las aguas.
En La Matanza se concentra el mayor caudal de votos de la provincia de Buenos Aires, por lo que los esfuerzos tanto del oficialismo como de la oposición suelen centrarse en ese territorio.
Para este 17 el estadio de Laferrere fue el escenario elegido por los movimientos sociales cercanos al Presidente, autodenominados “los cayetanos”: el Movimiento Evita, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y Somos-Barrios de Pie,prometen movilizar 40.000 personas.
Además del Día de la Lealtad, será el puntapié inicial para el partido político que tiene previsto lanzar el Evita de cara a los comicios del año próximo para disputar poder en territorio bonaerense. Por eso, ya anticiparon que apoyarán la decisión del Presidente de sostener las PASO, pese a las presiones del kirchnerismo duro.
En todos se espera que, con mayor o menor intensidad, se escuchen cuestionamientos al Ejecutivo, a quien a esta altura nadie considera necesario defender, y el enemigo será el “neoliberalismo” y el avance sobre los derechos de los trabajadores que representa el muy posible regreso al poder de Juntos por el Cambio, se verá bajo qué formato y con cuáles intérpretes.