El juez de la Corte Suprema de Brasil, Alexandre de Moraes, ordenó la detención del secretario de Seguridad de Brasilia, Anderson Torres, que fue ministro de Justicia del expresidente Jair Bolsonaro y que estaba a cargo de la seguridad pública de la capital cuando ocurrieron los ataques del domingo a las sedes de los tres poderes públicos en lo que se considera que fue un intento de de golpe contra el gobierno recién asumido del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

En paralelo, la Justicia dispuso el congelamiento de las cuentas bancarias de Bolsonaro, quien se encuentra desde el pasado 30 de diciembre pasado en Florida (EEUU), y que ante los pedidos de expulsión -de legisladores estadounidenses- y un reclamo de extradición presentado en su país, aseguró que regresará.

Torres, que fue destituido el domingo, se encuentra también en Estados Unidos, adonde viajó el sábado pasado, lo que plantea interrogantes sobre su futuro porque el Tribunal Supremo dijo que no había podido entregarle la orden de detención.

Además, De Moraes decidió el arresto del exjefe de Policía de Brasilia, el coronel Fabio Augusto Vieira, quien comando a la fuerza pública el domingo cuando miles de bolsonaristas asaltaron el Palacio del Planalto, sede de la Presidencia, y las de los poderes Legislativo y Judicial.

Vieira fue separado del cargo luego de que Lula da Silva ordenara el mismo domingo la intervención federal de la Seguridad de Brasilia debido a las “omisiones” de la Policía durante los graves incidentes, que se saldaron con más de 1.200 detenidos acusados de “terrorismo”.

Mientras tanto, el Congreso aprobó la intervención federal decretada por Lula en una sesión, este martes, que condujo su titular, el senador Rodrigo Pacheco, dando dio media sanción a la Medida Provisoria ya había sido aprobada en Diputados el lunes por la noche.

“Esa minoría antidemocrática no representa al pueblo brasileño, tampoco representa la voluntad del pueblo, esa minoría golpista, no hay otro nombre para ella, no va a imponer su voluntad mediante la barbarie y a través de actos delictivos”, aseguró Pacheco.

El senador Pacheco recorrió este martes por primera vez el Palacio Legislativo para observar los destrozos ocurridos el domingo pasado cuando unas trescientas personas fueron arrestadas por los disturbios.

Dijo además que van a ser “identificados” aquellos “agentes públicos que fueron dolosamente omisos” antes los hechos de violencia.

Los destrozos en el Palacio del Planalto, sede de la presidencia, no fueron menores que los del Congreso. A pesar de la devastación de ese palacio, Lula decidió trabajar en su oficina el lunes y reunirse allí con los representantes de los poderes Legislativo y Judicial.

Por la noche, junto a parlamentarios, gobernadores y jueces, se dirigió a pie hasta el Supremo Tribunal Federal, cuyas instalaciones también fueron devastadas por los activistas de ultraderecha.

Este martes la primera dama, Rosángela Janja Silva, recorrió las instalaciones del Planalto junto a la ministra de Cultura, Margareth Menezes, para hacer una primera observación de la gravedad de los daños causados.