El Banco Mundial bajó en tres decimas la proyección de crecimiento de la economía argentina de 4,5% a 4,2% en 2022 pero descartó un escenario de hiperinflación mientras se cumplan las metas del renegociado acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según el último informe regional publicado este martes por el organismo multilateral, la proyección del 4,2% para el corriente año representa una leve baja -de tres décimas- respecto a la prevista en junio pasado por el organismo, cuando estimó una mejora de 4,5%. Pero esa cifra había representado un fuerte incremento frente a la previsión anterior -informada en abril pasado- cuando estimó que la actividad económica iba a ser de 3,6% este año.
En una conferencia de prensa, el economista jefe para América Latina y el Caribe, William Maloney, presentò el informe económico regional del Banco Mundial denominado “Nuevos enfoques para cerrar la brecha fiscal”, que examina las perspectivas de crecimiento “en medio de los extraordinarios desafíos derivados de la pandemia y la creciente incertidumbre mundial”.
“Estamos con la esperanza de que el programa de préstamos por US$ 45.000 millones con el FMI va a seguir en los rieles, lo estamos apoyando” con la estrategia plurianual del Banco Mundial, que implica un desembolso anual de US$ 2.000 millones, afirmó Maloney sobre la Argentina.
En este sentido, continuó que “dentro de este plan (con el FMI) la idea es bajar la inflación, y mantener el presupuesto fiscal sano, con lo cual es temprano aún para hablar de hiperinflación”, consideró al ser consultado por la prensa sobre esa posibilidad.
Este año el Banco Mundial lleva aprobados US$ 1.100 millones en nuevos proyectos y reconfirmó otros US$ 900 millones para los próximos seis meses, tras el apoyo de la entidad luego del encuentro que mantuvieron el ministro de Economía, Sergio Massa, con el director gerente de Operaciones del Banco Mundial, Axel Van Trosenburg, en septiembre último, durante la gira del funcionario argentino en Washington.
Respecto de los daños de la inflación en la Argentina y en la región, se refirió al impacto en los jóvenes y niños y sostuvo que en “la región muchos alumnos perdieron 1,5 años de educación, es muy preocupante, por las razones de eficiencia y productividad pero obviamente por equidad”, dijo.
Al respecto, sugirió tomar en cuenta ejemplos de la región con transferencias condicionadas, “como el programa en Brasil en las escuelas”, consideró.
En cuanto al crecimiento proyectado para la Argentina este año, consideró que “fue por el impacto en el crecimiento de las materias primas”, pero advirtió que el año próximo se espera una desaceleración del país precisamente porque se espera una baja en los precios de los commodities”, dijo el funcionario, lo mismo que sucederá a otros países de la región.