Para los amantes del arte y los curiosos de la vida tras bambalinas en la residencia más famosa de Estados Unidos, abrió una muestra que quita el velo al misterioso mundo de la Casa Blanca.

De la Redacción

El esplendor de la Casa Blanca y la forma en que vivieron, trabajaron y se divirtieron los presidentes de Estados Unidos en las últimas décadas, podrá ser apreciado en una exposición que acaba de abrirse en un museo de Washington y que se extenderá hasta mayo del año próximo.

Los amantes del arte y de la historia podrán conocer la vida tras bambalinas de la residencia más famosa de los Estados Unidos, en una exhibición de 95 piezas de muebles y artes decorativas expuestas en el \”Smithsonian American Art Museum\”, al cumplirse el 50° aniversario de la Asociación Histórica de la Casa Blanca.

La muestra \”Algo de esplendor: Artes decorativas de la Casa Blanca\”, que otorga al público la posibilidad de ver muebles exquisitos y poco comunes de la residencia de los presidentes estadounidenses.

Entre los objetos seleccionados para la exposición se destaca una silla de caoba del siglo XIX que todavía se utiliza en el tradicional Salón Oval; un cubrecama bordado por la entonces primera dama Grace Coolidge, esposa de Calvin Coolidge (presidente entre 1923 y 1929); un sillón dorado y un juego de comedor utilizado por la familia Reagan para recibir al presidente soviético Mijail Gorbachov.

Muchos de los objetos fueron creados por los artesanos más famosos de su tiempo y algunos nunca habían sido mostrados al público. Algunos fueron hechos por lo mejores artesanos de su tiempo.

También hay fotografías y pinturas que muestran las piezas en exhibición cuando fueron usadas en la residencia presidencial, como la de un armario japonés en un cuarto donde la familia del presidente Benjamin Harrison (1889-1893) está tomando el té.

La colección de la Casa Blanca cuenta con unas 50.000 piezas. Muchos objetos tienen decenas de años mientras que otros fueron adquiridos como parte de un programa todavía en curso, iniciado en 1961 por la entonces primera dama Jacqueline Kennedy, para restaurar el ambiente histórico de las habitaciones.

El museo, en colaboración con la Asociación Histórica de la Casa Blanca, también produjo una película en la que las familias presidenciales ofrecen sus recuerdos personales en la casa más famosa de Estados Unidos. En él se incluyen entrevistas con las ex primeras damas Susan Ford Bales, Laura Bush, Rosalynn Carter, Tricia Nixon Cox y Lynda Bird Johnson Robb.

El incendio de 1814. Una de las piezas más raras es una caja china cuyo interior está revestido con papel pintado rosado. Es \”una de las muy, muy pocas cosas que tenemos que creemos que estaba en la Casa Blanca antes de que la Casa Blanca se quemara en 1814\”, dijo la curadora asistente de la residencia presidencial, Melissa Naulin.

La Casa Blanca y gran parte de Washington fueron incendiados el 24 de agosto de 1814 por tropas británicas que buscaban desmoralizar a los norteamericanos durante la Guerra de 1812 y tomar Baltimore más adelante.

La guerra enfrentó a Estados Unidos con el Reino Unido y sus colonias canadienses entre 1812 y 1815, y el incendio en Washington fue en venganza por la quema de los Edificios del Parlamento del Alto Canadá (actualmente Toronto) en la Batalla de York.

Tras el incendio, la Casa Blanca quedó en ruinas. El interior quedó destruido y las paredes tuvieron que ser derribadas, salvo una parte de la pared sur.

La esposa del presidente James Madison, Dolly, escapó de la ciudad al último minuto luego de asegurar documentos vitales del Gabinete. Paul Jennings, un esclavo de 15 años, logró salvar el famoso retrato del primer mandatario de Estados Unidos, George Washington. En tanto que Stephen Pleasonton, un secretario mayor, salvó la Declaración de Independencia, que sería guardada en un molino cerca de Georgetown.

El presidente James Monroe (1817-1825) tomó la tarea de renovar la casa tras el incendio, y enfrentó fuertes críticas por comprar mobiliario francés.

Debido al escaso presupuesto, Monroe no pudo reparar toda la casa, así que \”se enfocó en asegurar el mobiliario francés para lo que consideraba los espacios más importantes de entretenimiento, la sala, y el comedor\”, dijo Naulin a la agencia AFP.

En una carta al Congreso, el ex presidente escribió que las piezas eran \”realmente bien confeccionadas y esperamos que puedan ser utilizadas por unos 20 años\”. Al final, duraron cuatro décadas.

Ordenó platería y muebles de Francia, incluyendo porcelana de Limoges. Pero en 1826, el Congreso adoptó una ley que obligaba a la Casa Blanca a ser alhajada con bienes fabricados en Estados Unidos.

La mansión más famosa. La Casa Blanca tiene seis niveles en los que se distribuyen 132 habitaciones, cuartos de baño de 28 chimeneas y tres ascensores. Con cinco chefs trabajando a tiempo completo, se puede servir tranquilamente una cena para 140 personas. Además tiene cancha de tenis, pileta y sala de cine.

Durante varios años, fue conocida como el \”Palacio Presidencial\” y la \”Mansión Ejecutiva\”, hasta que en 1901 el presidente Theodore Roosevelt le dio oficialmente el nombre de Casa Blanca.

Pero su historia se remonta a dos siglos atrás, cuando a fines del siglo XVIII el presidente George Washington junto al urbanista Pierre L\’Enfant eligieron el sitio para la nueva residencia, en la actual Avenida Pennsylvania 1600. Luego de abrir un concurso y recibir nueve propuestas, se eligió la del arquitecto de origen irlandés James Hoban, por su diseño práctico y elegante.

La primera piedra fue colocada en octubre de 1792, y aunque Washington supervisó la construcción, nunca vivió en la residencia.

Con la casa casi terminada en el 1800, el presidente John Adams y su esposa, Abigail, se trasladaron a vivir ahí. Desde entonces se convirtió en la residencia oficial de los presidentes de Estados Unidos y es la única residencia privada de un jefe de Estado que está abierto al público de forma gratuita.