Sistema inestable: En los \’70 nace el \”fundamentalismo de mercado\” en los Estados Unidos y Gran Bretaña. Sus prácticas, que en un comienzo parecían funcionar, crearon debacles sociales como desinversión industrial y desempleo masivo. Al mismo tiempo, el mundo \”periférico\” (América Latina y los restos de la ex Unión Soviética) se empobreció a pasos acelerados.
El Estado: Los economistas más destacados comprendieron que es riesgoso sostener un solo tipo de capitalismo en el mundo, como pretendía el \”neoliberalismo\”. Gracias a la experiencia china, destacan el poder estabilizador del Estado para equilibrar los ciclos económicos. Incluso, los británicos afirman que a partir de la decisión de Obama de nacionalizar los bancos en quiebra, \”el libre mercado ha muerto\”.. Brasil: A partir de la presidencia de Luiz Inácio \”Lula\” Da Silva, el país desarrolló un capitalismo \”laborista\”, sobre la base de una coalición entre sindicatos, trabajadores, pobres, intelectuales y la izquierda. De esa forma, redujo notablemente la pobreza y ubicó a la economía brasileña entre los siete países más poderosos del planeta.
.El Lastre: La desintegración de la Unión Soviética le quito a Marx el \”lastre leninista\” que provocaba desconfianza en las democracias republicanas occidentales. El mundo capitalista puede analizar ahora más equilibradamente el legado del alemán sin la identificación teórica y la práctica autoritaria de los soviéticos. Como dice Hobsbawm, \”el Marx del siglo XXI será casi con seguridad muy diferente del Marx del siglo XX\”.