Hace dos semanas el gobernador era la “esperanza blanca” del antikirchnerismo mediático. Ahora puede ser el “traidor” que esté por animarse a arreglar con el odiado Néstor. ¿La próxima semana cómo estarán las acciones del mandatario provincial, siempre en boca de todos a pesar de su estrategia de “hombre invisible”?

Este fin de semana largo el periodismo gráfico local aportó algo más que en el anterior, lo que justifica que volvamos a esta suerte de nota-sección en la que tratamos de guiar al lector, separando la paja del trigo.

El matutino “Clarín” hizo tapa el domingo con la idea de los intendentes díscolos del kirchnerismo de tener una policía propia. La idea es de Sergio Massa y a ella se sumaron Pablo Bruera, Jesús Cariglino, Joaquín de la Torre, Sandro Guzmán, Gilberto Alegre, Luis Acuña y José Eseverri. No es una propuesta nueva, ni mucho menos fácil de implementar. Además de una habilitación por ley provincial debe allanarse el tema del financiamiento. Lo llamativo es que siendo una idea tan embrionaria salgan a difundirla y obtengan con tanta facilidad la tapa de los diarios. Podría pensarse, desde la perspectiva de los intendentes, que es una forma de dejar bien en claro que la responsabilidad por la inseguridad es de la provincia, es decir de Daniel Scioli, casualmente en momentos en que su nombre aparece como un más que probable “Plan B” del kirchnerismo para mantenerse en el poder.

Desde la perspectiva político-mediática, cualquier cosa que “lime” al Gobierno será bienvenida y amplificada. Y a la vez, esa tapa es una atención a Scioli por compartir nuevamente el escenario con Kirchner. O por haber acordado, que es mucho peor (ver “Kirchner-Scioli y un ‘alto el fuego’ conveniente en la guerra por el 2011”).

En otra nota de “Clarín”, Paola Juárez cuenta que para Kirchner no hay “plan B”, y que juega todo a la candidatura presidencial. El anuncio del cambio de domicilio a Río Gallegos tiene que ver con eso, es una forma de desalentar las especulaciones sobre una eventual candidatura a gobernador bonaerense, dice, citando a fuentes kirchneristas.

Eduardo Van Der Kooy, como ya ocurrió otra veces, insinúa lo contrario que su colega y socia Juárez. No descarta que Kirchner vaya de candidato a gobernador y deje la candidatura presidencial a Cristina. En realidad, el análisis arranca anunciando el escenario de balotaje insalvable y especulando con la derrota en segunda vuelta, a pesar de la dispersión de la oposición, para terminar alentando la candidatura de Scioli, tras la que se alinearían desde Duhalde a De la Sota.

Julio Blank, por su parte, analiza el acto que planea hacer Hugo Moyano en River, el próximo viernes, con Kirchner como invitado especial. “Un modo de reconocerle la jefatura, pero también de hacerle ver cuál es la magnitud de la fuerza que lo desafía”, evalúa.

La nota discurre por la relación de necesidad mutua entre Kirchner y el nuevo presidente del PJ bonaerense, aunque saben que más tarde o más temprano los intereses serán opuestos y la dupla se romperá. El temor de Moyano, sabedor de que el poder que tiene necesita de la política pero no tiene la dependencia económica que tienen gobernadores e intendentes, es que llegado ese momento la herramienta en su contra sea judicial, es decir que le pase lo mismo que al bancario Juan José Zanola.

En el diario “La Nación”, Joaquín Morales Solá factura a los gobernadores la presencia en Río Gallegos en un acto armado contra la Corte Suprema de Justicia. “La presencia complaciente en actos partidarios es una cosa; otra cosa es la complicidad con las agresiones de hecho a la institución judicial. Hay lugares y momentos de los que no se vuelve”, advierte el columnista.

En el párrafo siguiente se aventura a dar por ganada la batalla de los “medios independientes” contra el Gobierno a partir de la resolución de la Corte que mantiene la impugnación sobre el artìculo 161, que imponía un año de plazo para que los multimedios se desprendan de sus activos para encuadrar en la nueva norma. Ese fallo, que convalida los de primera y segunda instancia, anticipa “plazos judiciales más largos que las necesidades políticas de los que gobiernan”. En otras palabras, el tema se renegociará con quien suceda a Cristina Kirchner, siempre que no sea Néstor, claro.

Luego de una semana de descanso, Mariano Grondona volvió a los griegos para explicar su visión de la actualidad. Hay que recorrer con la vista más de media columna dedicada a Platón para llegar a Hebe de Bonafini y la teoría de que es quien le pone “cadenas ideológicas” al matrimonio presidencial, para luego dar una voltereta dialéctica y concluir en que los Kirchner han utilizado los derechos humanos para su beneficio personal. Una obviedad y hace bastante tiempo.

En “Página/12” Horacio Verbitsky califica de “desatinado” al acto del viernes en Río Gallegos, y a la vez asegura que el gobernador bonaerense prepara su candidatura presidencial pero recién decidirá el año que viene si será como representante del kirchnerismo o confrontando con él. Como al pasar, en el medio de un relato sobre los contactos entre Scioli y Macri, quien se bajaría de su candidatura presidencial si el bonaerense va por ese cargo, asegura, deja caer Verbitsky una acusación de marido golpeador contra Francisco de Narváez. A pesar de esto último, sería bueno advertir que parece que todavía no hemos visto nada en la guerra desatada entre los dos modelos en pugna. Cualquier medio es válido para derrumbar al enemigo. Todo indicaba que Verbitsky no necesitaba de estos golpes bajos para desacreditar a alguien, pero puesto desembozadamente en operador político tampoco parece dispuesto a privarse de nada.