La nonagenaria vicepresidente de la organización, Rosa Rosimblit, declaró ante el tribunal que juzga a ex jerarcas de la dictadura por apropiación de bebés. Bergoglio declarará por escrito y Balza, personalmente en agosto.
\”La pequeña Sardá\”: así contó hoy (lunes 30) la vicepresidente de Abuelas de Plaza de Mayo, Rosa Rosimblit, que le decían al sótano de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) quienes estaban detenidos ilegalmente y los represores que cumplían funciones en ese centro clandestino de detención.
Allí, las embarazadas eran formadas en fila \”y las esposas de los milicos iban a ver esas formaciones para ver a las madres y poder elegir el tipo de criatura que se iban a llevar, según el color de los ojos o la piel de las madres\”, aseguró la anciana de 90 años al plantarse frente al tribunal que juzga por robo de bebés a ex jerarcas de la dictadura.
Dijo saberlo por los relatos de sobrevivientes que ayudaban en los partos, como el de su hija Patricia, en noviembre de 1978, quien según la testigo fue atendida por el ahora acusado médico Jorge Luis Magnacco.
Allí nació su nieto Guillermo, al que recuperó en el 2000, y que había sido entregado a Francisco Gómez, personal civil de la Fuerza Aérea y a su esposa Teodora Yofre, empleada doméstica de un oficial de esa fuerza, apropiadores que ya fueron juzgados y sentenciados.
En el juicio se anunció que el cardenal Jorge Bergoglio informó su decisión de declarar por escrito mientras que el ex jefe del Ejército y actual embajador en Colombia, general Martín Balza, tambien citado, hizo saber que en agosto estará en el país y puede declarar o que también acepta hacerlo por videoconferencia.