El juez federal Norberto Oyarbide mostró (martes 21) su disgusto con los fiscales del caso porque hicieron declaraciones cuando rige el secreto de sumario en la causa por presunto lavado de dinero.
No obstante, reveló que “son 60 las empresas que van a ser investigadas” por su relación con los hermanos Schoklender y que no resolvió si aceptará a la asociación Madres de Plaza de Mayo como querellante.
En ese marco, Sergio Schoklender se presentó espontáneamente a declarar ante el magistrado, aunque no se sabía si fue recibido por el magistrado.
Oyarbide debe resolver en las próximas horas si hace lugar a los allanamientos requeridos por el fiscal Jorge Di Lello y si acepta a la Fundación Madres de Plaza de Mayo como querellante de la causa.
El magistrado continuaba hoy con el análisis de toda la documentación que fue secuestrada la semana pasada en la sede de la Fundación, la Universidad y la imprenta de las Madres de la Plaza de Mayo.
Oyarbide investiga a los hermanos Sergio y Pablo Schoklender por presunto lavado de dinero y fraude en la construcción de viviendas sociales.
Di Lello amplió el viernes pasado la acusación a empresas, financieras y casas de cambio y pidió que sean allanadas a partir de su presunta vinculación con los cheques destinados al pago de las construcciones.