Enclavada en el centro histórico de Roma, la Villa Spalletti Trivelli acaba de ser elegida como el mejor hotel de ciudad en los premios a la Excelencia Condé Nast Johansens 2014. Un recorrido por su lujo e historia.

Si su sueño -y sus posibilidades económicas lo permiten- es viajar a Europa y hospedarse en un palacio neoclásico del siglo XX, el hotel Villa Spalletti Trivelli en el corazón de Roma es su elección.

Este fabuloso lugar acaba de ser elegido como el mejor hotel de ciudad en los premios a la Excelencia Condé Nast Johansens 2014.

Esta antigua casa de la aristocrática familia Spalletti Trivelli tiene una previlegiada ubicación en el corazón de Roma, a pocos pasos de la Piazza del Quirinale y a pocos minutos del Coliseo y la Fontana de Trevi.

En el interior, chimeneas de mármol, techos altos y suelos de madera dan paso a salones como la acogedora e histórica biblioteca. Un centro de bienestar – con gimnasio y baño turco- completa el ambiente de lujo donde no falta el arte de sus antigüedades y tapices.

Villa Spalletti Trivelli tiene 12 habitaciones deluxe, con sábanas de lino puro bordadas a mano, y una sofisticada y exclusiva decoración: seis de las cuales dan a un espectacular jardín italiano de la villa y las otras a los jardines del Quirinale.

Por supuesto que los cuartos de baños están a la altura: íntegramente de mármol, cuentan con cuadros y muebles de época.

Quienes tengan un presupuesto un poco más acotado, podrán optar por las habitaciones y suites de la villa que cuentan con todo tipo de comodidades.

Además el hotel cuenta con una formidable y elegante biblioteca, que sirve de marco para la celebración de reuniones o eventos importantes, y que fue reconocida por el ministerio italiano como Patrimonio Nacional y de la Cultura.

Ideal como sala de reuniones de alto nivel, encuentros estratégicos y confidenciales, está equipada con todo el material necesario para una conferencia y puede acoger entre 22 (en forma sala de reunión) y 44 personas (en forma de teatro).

Fundado sobre un lujoso inmueble secular, antigua residencia privada de una familia aristocrática, el hotel fue renovado entre el año 2004 y 2006.

Gabriella Rasponi, viuda del Conde Venceslao Spalletti Trivelli (quien fue senador del reino) y sobrina de Gioacchino Murat y Carolina Bonaparte (hermana del mítico Napoleón), adquirió el terreno en frente de los jardines del Quirinale, donde estaba situada la casa de Tito Pomponio Attico, un editor y amigo de Cicerón.

Luego encomendó la construcción de Villa Spalletti Trivelli al arquitecto Domenico Avenali, quien fue asistido por varios artistas y artesanos, como Edoardo Gioja.

Gracias a la Condesa Rasponi, presidenta además del Consejo Nacional de Mujeres Italianas, Villa Spalletti Trivelli se convirtió en una obra maestra de relevancia política y cultural.

Todos los jueves por la tarde, era habitual que frecuentaran los salones de la villa importantes figuras de la época como Romualdo Bonfaldini, Sidney Sonnino y Rabindranath Tagore, el Premio Nobel de Literatura en 1913.

Al principio de los años 1930, Cesare Spalletti Trivelli heredó de su madre una histórica residencia ubicada en el centro de la ciudad de Roma, donde vivió con su mujer, la Condesa Guendalina Cavazzi della Somaglia.

Pero una vez designados Sir y Lady por la Corte de la Reina María José de Bélgica, mujer de Umberto II de Savoya, el último Rey de Italia, el Conde y la Condesa dejaron la villa en manos de su hijo Piero, escritor y poeta.

En 2004, Giangiacomo Spalletti Trivelli (hijo del Conde Piero) y su mujer Susana (hija de un campeón de equitación, Raimondo d’Inzeo) decidieron convertir la histórica residencia familiar en una residencia de lujo exclusivo.

Tras tres años de restauraciones y gracias a la ayuda del arquitecto Piero Alessandrini, Villa Spalletti Trivelli se convirtió en un hotel único y exclusivo situado en el centro histórico de Roma.

Premio. Creados para reconocer, premiar y celebrar la excelencia en todos los hoteles y balnearios que forman parte de la guía, los premios “Condé Nast Johansens Awards for Excellence” se convirtieron en una marca de calidad, reconocida por los consumidores de lujo y los profesionales del turismo.

Estos galardones, denominados “Premios de Excelencia de Condé Nast Johansens”, están basados en las respuestas de los formularios de nominación de los huéspedes de los distintos hoteles, en sus encuestas de calidad y en los informes de los propios inspectores de Condé Nast Johanssens.