El modelo ícono de la marca italiana ofrece esta nueva versión que incorpora una capota eléctrica de tela y una caja automática de 6 marchas, entre otros sistemas.
Desde su lanzamiento, el modelo 500 fue provocando en los distintos mercados donde se comercializa una increíble atracción entre el público. Esto hizo mejorar notablemente la imagen que existía sobre la marca Fiat en mercados, hasta ese momento, inexpugnables, en especial los Estados Unidos. Por eso, los máximos directivos de la casa italiana decidieron ampliar la gama hacia diferentes formatos, entre ellos, una cupé descapotable a la que se bautizó con el nombre de “500C” o, simplemente, 500 Cabrio.
Producido en la planta de Toluca, México, este nuevo Fiat 500 Cabrio es similar a la versión precedente de origen europeo y se destaca por dos algunos puntos principales, entre ellos, la incorporación de una caja automática de 6 marchas, que se suma al ya conocido motor naftero de1.4 litros, 16 válvulas y 105 CV; una capota de tela de accionamiento eléctrico y un mayor nivel de equipamiento interior. Algo notable: la capota eléctrica de tela, disponible en tres colores (bordó, negro y beige), puede accionarse incluso con el auto en movimiento hasta una velocidad cercana a los 80 km/h.
La “C” en rojo. En la carrocería y con el fin de identificar esta nueva versión, los diseñadores colocaron en los paneles de puertas el logo “500C” que resalta la particularidad del cabriolet con la letra en rojo. Pero es en la zona trasera donde el Fiat 500 Cabrio se diferencia del resto de su gama. Allí se observa la división entre la parte superior de la capota con el cuerpo del vehículo, la que se remarca con una moldura cromada. La forma del vidrio trasero (con el desempañador eléctrico incluido) es redondeada y, además de mantener la visibilidad del 500 berlina, tiene un aspecto más cercano a la identidad histórica de los ’50.
Una nueva versión del 500 que lo ubica dentro de los autos más “deseados” del mundo y a un precio bastante accesible frente a sus competidores.