El exministro responsabilizó al “cristinismo” de “alimentar el sistema nefasto de subsidios” e incurrir en un “internismo desesperante”. Los tuits de la vocera.

Después de que se conociera la carta de renuncia del exministro Matías Kulfas, el presidente Alberto Fernández mandó a su portavoz a tomar distancia de las duras críticas allí expresadas contra la vice Cristina Kirchner y funcionarios de La Cámpora.

La vocera presidencial, Gabriela Cerruti, rechazó en dos tuits las acusaciones del ahora exfuncionario, que hoy le presentó la dimisión en forma personal al primer mandatario en la Casa Rosada, y explicó que éste busca cimentar la unidad de la coalición.

Cuando la nueva crisis dentro del Frente de Todos (FdT), desatada el sábado con el pedido de renuncia a Kulfas, no se había aplacado llegó la nota de trece carillas enviada a los medios por cesado funcionario en la que atacó con dureza a CFK y a sus funcionarios dentro de la secretaría de Energía.  
 
“El gobierno nacional rechaza las acusaciones vertidas por Matías Kulfas en su carta de renuncia y no comparte los conceptos sostenidos en ese sentido”, sostuvo Cerruti en un primer mensaje. Y agregó otro: “El Presidente está convencido de la necesidad de seguir trabajando por la unidad de la coalición de gobierno, construyendo acuerdos en la diversidad y gobernando con plena transparencia en todas las áreas”.

En despachos cercanos al mandatario consideraron que no era posible mantener silencio sobre el contenido de la renuncia sin profundizar el enfrentamiento entre las dos principales facciones del Gobierno. Y consideraron como un gesto de reivindicación que se la recibiera personalmente.

Uno de los hombres de mayor confianza de Alberto F., Kulfas se despidió como ministro con una extensa nota en la que exaltó sus logros en la gestión -duramente cuestionada por el kirchnerismo de paladar negro- y dedicó fuertes críticas a la vicepresidenta.

En su carta al primer mandatario aprovechó para apuntar directo contra La Cámpora, que lidera Máximo Kirchner, y contra el “cristinismo”: acusó al equipo de la secretaría de Energía, encabezada por Darío Martínez y el subsecretario Federico Basualdo, de “alimentar el sistema nefasto de subsidios” y de incurrir en un “internismo desesperante” que impidió avances concretos en el desarrollo del yacimiento de Vaca Muerta y que le cuesta al país “millones de dólares en importaciones” de gas.

“Los avances fueron lentos, signados por un internismo exasperante dentro del propio equipo de la Secretaría de Energía, es decir, internismo dentro del internismo”, añadió Kulfas al referirse a las demoras para avanzar con el gasoducto “Néstor Kirchner”, la obra que marcó su salida del gabinete el sábado pasado luego de que denunciara un manejo poco claro de la licitación que finalmente ganó el Grupo Techint.

Kulfas aclaró que sus declaraciones del viernes tras el acto en Tecnópolis por el centenario de YPF fueron en “on the record”, más allá del mensaje de Whatsapp distribuido a los medios más tarde y que contenía casi con exactitud lo que había declarado a la radioAM750. Esto indicaría que la filtración habría sido aprovechada como pretexto para echarlo.

La gravedad de su denuncia, que desde el área de Energía se habría direccionado la compra de los caños destinados al gasoducto a una empresa subsidiaria de Techint, derivó este lunes en una catarata de denuncias judiciales que lo obligarán a presentarse ante los tribunales federales para ratificarla o retractarse.

La acusación de Kulfas desató la furia de la vicepresidenta, lo que obligó a Fernández a exigirle la renuncia a su hombre de confianza.

En su carta de despedida, Kulfas ratificó sus afirmaciones del viernes pasado y señaló a CFK que el viernes le pidió al Presidente públicamente que “use la lapicera” frente a los poderosos, en aparente alusión a empresas como Techint.

“Huelga adicionar la injusta acusación que la Sra. Vicepresidenta le formulara al señalarle que Usted tiene que ‘usar la lapicera’ para forzar un mayor contenido nacional cuando dichas decisiones fueron adoptadas por IEASA”, la empresa que conduce el “neocamporista” Agustín Gerez.

Kulfas fue implacable a la hora de cuestionar la política de subsidios alentada por el kirchnerismo, el cual “tiene un enorme costo fiscal, es socialmente injusto, centralista, anti federal y pro rico”.

Para el exfuncionario, “era imprescindible racionalizar este sistema realizando adecuaciones tarifarias que tuvieran en cuenta la crisis de ingresos de los hogares, pero dotándola de progresividad distributiva. Lejos de ello, el equipo de la Secretaría de Energía, que se fuera desplegando desde los entes reguladores, no hizo más que alimentar este sistema nefasto de subsidios”, disparó.

“El equipo de la Secretaría de Energía no fue capaz de diseñar un sistema de segmentación de tarifas y cobrarle a los ricos y sectores de ingresos medio altos una boleta de luz y gas sin subsidios”, acusó.

Les reprochó, también, las críticas que recibió el Plan Gas 2020, ideado para estimular la producción de gas y ahorrar divisas de importación. “Si bien estaba listo en julio de 2020, rápidamente aparecieron las voces críticas desde un sector de los entes reguladores (que comanda La Cámpora) que decían que nuestra propuesta era antieconómica (…) Qué bueno que no les hizo caso a esas personas señor presidente, no hay que entender mucho de economía para darse cuenta los graves impactos en nuestra balanza de divisas que hubiésemos tenido sin ese Plan Gas. El debate fue tan desgastante y absurdo que derivó en el traspaso de la Secretaría de Energía al Ministerio de Economía, pero finalmente primó la racionalidad”, enfatizó.

Mirando al futuro, Kulfas advirtió que “el bajo crecimiento, la inestabilidad macroeconómica, la pobreza y la falta de justicia social no son una condena sino el resultado de no haber tenido esta mirada estratégica, de estar siempre pensando en la coyuntura y en las mezquindades de corto plazo”, señaló en su carta, que fue distribuida a la prensa mientras se la entregaba al jefe de Estado.

A la hora de los agradecimientos en su lista incluyó a Santiago Cafiero, Martín Guzmán, Cecilia Todesca, Mercedes Marcó del Pont, Claudio Moroni y Miguel Pesce.

En el tramo final, reiteró su agradecimiento al Presidente por haber apoyado sus iniciativas “de manera contundente”. Pero le hizo un llamado de atención: “Estamos ante una oportunidad histórica para el país. No la podemos dejar pasar. Ningún internismo puede anteponerse a estos objetivos. Ninguna grieta puede impedir concertar estos objetivos con otras fuerzas políticas y los sectores de la producción”.