La iniciativa consiste en una sobrealícuota sobre el impuesto a las ganancias de las de sociedades de capital cuya base imponible es una ganancia neta que supere los mil millones de pesos.
El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán presentaron este lunes el proyecto para gravar la “renta inesperada”, que consiste en “una sobrealícuota sobre el impuesto a las ganancias de las de sociedades de capital, aplicable al ejercicio fiscal del año 2022” y cuya base imponible es una ganancia neta o contable “que supere los mil millones de pesos”.
Se trata de un “mecanismo que busca garantizar que en la Argentina haya más condiciones de equidad”, en un escenario donde la guerra “afecta a millones y beneficia a muy pocos”, explicó el titular del Palacio de Hacienda durante el acto de presentación del proyecto de ley en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada.
Desde la cartera de Guzmán habían adelantado que abarcará “a menos del 1% o a lo sumo el 1% de las compañías”, y aseguraron que “de ningún modo incluirá a la producción agropecuaria”, aunque es posible que sí afecte a los “traders” e intermediarios del sector.
Guzmán anticipó la idea semanas atrás y apuntará a gravar las ganancias “extraordinarias” -superiores en un 20% al período anterior- que tuvieron algunos sectores de la economía a raíz del aumento de los precios internacionales, que se dispararon por la invasión rusa a Ucrania.
El anuncio tiene lugar en medio del cimbronazo que sufrió el Gobierno este fin de semana con el despido del ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, que casi en simultáneo publicó una furiosa carta de renuncia en la que apuntó a la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Los cambios significan el regreso a la arena política nacional del embajador en Brasil, Daniel Scioli, quien ingresará al Gabinete la semana próxima.
La “crisis del off the record” volvió a mostrar las fisuras dentro del oficialista Frente de Todos que derivan del enfrentamiento entre el jefe de Estado y la titular del Senado.