Una filtración destapó un nuevo escándalo en el gobierno británico que salpica al servicio secreto, a las FFAA y a un grupo de millonarios.

Funcionarios de los servicios de inteligencia británicos y las Fuerzas Armadas, así como un grupo de magnates, promovieron el reemplazo de la primer ministro Theresa May por Boris Johnson para imponer un Brexit más duro, según una filtración de correos electrónicos publicada por la prensa.

El material, revelado a mediados de mayo por el portal The Grayzone, complica a sectores oscuros del establishment político del Reino Unido que hizo explotar un escándalo de proporciones cuyas derivaciones los analistas no pueden predecir, según los medios locales. 

“May debe irse”. Las acciones en cuestión fueron lideradas por Gwythian Prins, miembro del Grupo Consultivo de Estrategia del jefe del Estado Mayor de la Defensa, y Richard Dearlove, exjefe de la agencia de inteligencia británica.

Prins escribió un mensaje en agosto de 2018 que incluía un pedido para destituir a esta primera ministra”.

Su correo indica que los participantes en el complot intentaban “bloquear cualquier acuerdo derivado del [documento], desastroso y cobarde, White Paper de Chequers [que detallaba cómo May quería impulsar la salida del Reino Unido]; garantizar la salida en términos limpios de la OMC [Organización Mundial del Comercio]; y destituir a esta primera ministra, si es necesario, para reemplazarla por alguien apto para este propósito. O sea, limpiar el servicio público, contaminado de arriba hacia abajo”.

Meses después, el funcionario escribió a Dearlove haciendo referencia a May, y le exigió: “Ahora mátala”. “May debe irse. Los detalles de cómo se hará serán escuchados por ‘C’ [el nombre en clave de Dearlove en los mensajes] el 18 de septiembre”, afirmó también en otro correo.

En cuanto a los patrocinadores económicos del complot, The Grayzone reportó que el plan supuestamente fue financiado, entre otros, por Tim y Mary Clode, que residen en Jersey, una dependencia de la Corona británica​ ubicada en el canal de la Mancha.

Julian “Toby” Blackwell, propietario de la empresa editorial Blackwell, presuntamente también participó en la financiación del virtual golpe de estado.

La operación tuvo éxito y May perdió su cargo, tras lo cual Johnson llegó al poder. Entretanto, otro mail más reciente, que fue enviado por Prins en enero de 2022, indica que la candidatura de Johnson ya no le parecía la más adecuada. “Estoy llegando a la conclusión de que no puedo vislumbrar cómo el primer ministro va evitar su hundimiento. Ha perdido tanto el control de su mente y la fuerza de voluntad que, ¿quizás esto sería para él mejor?”, se preguntó.

Como posibles candidaturas alternativas mencionó al ministro de Hacienda, Rishi Sunak, y a la ministra de Relaciones Exteriores, Liz Truss. 

En ese contexto señaló que tuvo una cena con uno de los patrocinadores de Johnson que le dijo que había “transferido su dinero a Truss”.

En enero pasado, May pareció vengarse de Johnson cuando dijo que los implicados en el escándalo “Partygate” debían hacerse responsables de sus actos si el informe de la funcionaria Sue Gray descubría que infringieron las normas durante el confinamiento por el coronavirus.

La dirigente conservadora dijo que tanto ella como los votantes estaban  “muy enojados” luego de que se conociera la información de que se llevaban a cabo fiestas en 10 Downing Street en pleno confinamiento por la pandemia. “Nadie está por encima de la ley”, afirmó May, en alusión a Johnson.