La presencia de los cuatro integrantes del Máximo Tribunal le dio al Encuentro Solidario con la Justicia de Rosario un alto volumen político.
En medio de los tironeos entre el Poder Ejecutivo y el Judicial por la integración del Máximo Tribunal, la Corte Suprema de Justicia lanzó un fuerte mensaje político al gobierno este jueves con la presencia de sus cuatro miembros en un acto de solidaridad con los jueces rosarinos en su enfrentamiento con el narcotráfico.
El presidente de la Corte y desde hace poco también del Consejo de la Magistratura, Horacio Rosatti, fue el primero en hablar en el Encuentro de Jueces Federales y pidió un minuto de silencio por el fiscal paraguayo Marcelo Pecci, quien investigaba a los narcos en Paraguay y fue asesinado esta semana en Colombia.
Para celebrar la reunión en la ciudad santafesina debió cortarse el tránsito en las cercanías de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario donde se realizó la reunión organizada por la Asociación de Jueces y Juezas Federales (AJUFE) por temor a ataques narcos como los que vienen ocurriendo contra magistrados y fiscales.
Decenas de efectivos de la Policía Federal y de la de Santa Fe fueron afectados a un enorme operativo de seguridad porque horas antes habían circulado por las redes sociales advertencias de posibles balaceras -algo habitual en Rosario- en la zona cercana a la Casa de Altos Estudios.
Rosatti dijo que la “falta de coordinación entre los que deben investigar es funcional al crecimiento del delito”, y reclamó al poder político nacional que se cubran las vacantes que hay en la justicia federal de Santa Fe. “No se puede declamar que se combate al narcotráfico y no cubrir las vacantes existentes”, dijo.
Después remarcó que cerca del 50 por ciento de los cargos de la justicia federal de Santa Fe -encargada de investigar el narcotráfico- está vacante, y que “la generación y administración del miedo y la infiltración son fórmulas del crimen organizado y ante el miedo decimos: ´acá estamos´”.
En Rosario las muertes por las disputas entre bandas de narcotraficantes son moneda corriente.
También habló de lo que sucede en las cárceles federales que dependen del ministerio de Justicia de la Nación: ”No se puede permitir que la cárcel controle la calle. Hay que hacer inteligencia inteligente en las prisiones y dentro del marco democrático para que eso no suceda”.
También pidió establecer “de qué lado está cada uno a funcionarios públicos de los tres poderes del Estado. Estamos del lado de la ley y hay que hacer notar quiénes están del otro lado”.