El expresidente advirtió que tienen que diferenciarse de algunos proyectos que impulsa el radicalismo y que implican nuevos impuestos o más estructura estatal.
Los máximos líderes del PRO tuvieron un almuerzo picante, pero no por la comida que paladearon en el restaurante de Puerto Madero en el que se reunieron: Mauricio Macri planteó que el partido no debe dejarse “manejar por la UCR en el Congreso, como sucedió en las últimas votaciones”, e incluso advirtió: “Tenemos que diferenciarnos y no seguir cayendo en la trampa del radicalismo”.
La postura del expresidente abrió un intenso debate porque algunos dirigentes, como Horacio Rodríguez Larreta, afirmaron que de esa forma se pondría en peligro la unidad en Juntos por el Cambio.
No obstante, al final se coincidió en ratificar una posición conjunta, la de “cumplir a rajatabla el acuerdo interno que implica no votar nuevos impuestos ni aumentos de los actuales y tampoco aprobar ninguna iniciativa que apunte a agrandar la estructura del Estado”.
Macri apuntó, sobre todo, a la responsabilidad del titular de la UCR, Gerardo Morales, quien fue el promotor del proyecto de ley que fija el marco regulatorio del cannabis medicinal y cáñamo industrial, que fue aprobado el jueves pasado en la Cámara de Diputados y que favorece a esas plantaciones en la provincia de Jujuy: los legisladores del PRO votaron en contra porque el nuevo régimen “tiene las características de un nuevo impuesto y favorecerá una mayor burocracia estatal”, según las quejas que se escucharon en el almuerzo en El Dorado, cuyo dueño es Ezequiel Sabor, exviceministro de Trabajo y embajador en México durante el gobierno de Cambiemos.