El presidente Recep Tayyip Erdogan, ha impulsado las relaciones políticas y comerciales hasta convertirse en uno de los principales proveedores de armas de Kiev.
Por Luis Rivas
Turquía es uno de los principales apoyos internacionales de Ucrania, a la que alimenta de drones y blindados mientras intenta mediar entre Kiev y Moscú. Una política de funambulismo que aplica en varias zonas del globo en su guerra de influencia con Rusia.
La rivalidad geopolítica entre Moscú y Ankara no ha llegado a límites peligrosos —por el momento— a pesar de defender intereses contrapuestos. Si en Siria, Libia, Asia Central, Medio Oriente y África la ofensiva de influencia turca choca con la política exterior rusa, es en Ucrania donde las diferencias se hacen más sensibles.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha impulsado las relaciones políticas y comerciales con Ucrania desde hace cinco años hasta convertirse en uno de sus principales proveedores de armas, en especial, de la “joya” de la industria militar de su país, el dron Bayraktar TB2, que ya mostró su eficacia desequilibrante en Nagorno Karabaj y en Libia.