En un cierre de lista donde hubo acuerdo en más de 120 partidos bonaerenses de 135, el Frente de Todos mostró la grieta que lo atraviesa en San Isidro.
El líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, decidió dar en el partido de San Isidro la pelea que sostiene a nivel nacional con Alberto Fernández y sus referentes más próximos.
Así fue como la senadora provincial del Frente de Todos (FdT) Teresa García y la familia Galmarini volvieron a unirse para competir con la lista que representará al actual canciller, Santiago Cafiero.
En 2019, en las PASO, García les ganó a los candidatos de la dupla Galmarini-Cafiero, pero hace un tiempo las relaciones entre la familia política de Massa y el jefe de gabinete de la Nación se rompieron.
El hijo de Néstor y Cristina dejó recientemente la jefatura del bloque de Diputados del FdT por su disidencia con la renegociación del préstamo que el Fondo Monetario le otorgó al gobierno de Mauricio Macri en 2018.
Esa patada en el tablero, criticada en la intimidad por la propia Cristina Kirchner por haber dejado un espacio de poder al “albertismo”, no deja de tener consecuencias políticas.
Una aliada de Máximo K. en el Movimiento Evita, la intendenta de Moreno Mariel Fernández, operaba en San Isidro, un distrito ajeno al interés principal del neocamporismo porque se sabe que la familia Posse controla ese distrito desde el regreso de la democracia en 1983, pero que muestra en pequeño la disputa mayor.
Juan José Cáceres, secretario General de la CGT Zona Norte, representa a García como candidato a presidente del PJ local, mientras que Sebastián Galmarini y su madre, Marcela Durrieau (la madre de Malena de Massa, la presidenta de Aysa), serán los primeros candidatos a congresales que representarán al distrito en el congreso provincial que, seguramente, continuará siendo presidido por Fernando Espinoza.
En representación de Cafiero irá Patricia Castro, una dirigente de su extrema confianza. Actualmente las autoridades cuyo mandato vence el 27 de marzo, son aliados del funcionario nacional.
Lo llamativo del caso es que Massa había dicho, no públicamente pero sí en conversaciones con sus dirigentes más cercanos, que el Frente Renovador se mantendría independiente en la disputa del PJ porque son “otro partido diferente”.
Pero algo pasó, lo que derivó que su familia política se metiera directamente en la discusión del peronismo sanisidrense.