El entrenador de River dio una extensa entrevista en la que habló de su continuidad en el “Millonario”, los festejos del 9/12, la “guardia alta” y su paso por la Selección.

El director técnico de River Plate, Marcelo Gallardo, le dio una entrevista a TyC Sports de dos horas en las que se refirió a su continuidad en el “Millonario” por un año, a los festejos por el aniversario de la histórica final de Copa Libertadores ganada contra Boca, a la “guardia alta”, a su época de jugador y a la Selección Argentina.

Aquí, las quince mejores frases del entrenador del mejor equipo argentino del año.

Por qué decidió quedarse en River

“Mi decisión la terminé tomando con felicidad, con un rasgo muy sentimental y también por la respuesta que vi en mis jugadores. Hay un combo. Estoy contento de tomar la decisión que tomé”.

“En el último tramo jugamos un muy buen fútbol. Fuimos atractivos para ver. En definitiva, es eso lo que me conmueve, que tu equipo sea atractivo para ver”. 

El día que Enzo Pérez tuvo que atajar por Copa Libertadores 

“Son cosas inéditas que atravesamos. Hay un montón de episodios. Esas cosas que vivimos no están en los registros. Hay un montón de otras emotivas, que sentimentalmente son muy fuertes. Tuvimos que lidiar con esto. Era un momento muy difícil. No está en ninguna escuela de técnico. No lo ves en ningún registro de internet. Nadie te dice cómo reaccionar”.

“Jugamos como amateur ese día. Salimos a defender a nuestro arquero, que es un compañero nuestro. Posiblemente, cualquier pelota que fuera al arco podía ser gol, por una cuestión lógica. Había que defender con el corazón. Era de mucho nivel de atención, de concentración. Enzo fue el valiente que fue al arco, quedó como un ícono para la historia. Pero los diez leones que defendieron para evitar que le patearan al arco… Es un mérito muchísimo más grande. Defendieron a un compañero que podría haber quedado en ridículo”.  

La histórica final con Boca en la Copa Libertadores 2018

“No había pasado nunca en la historia del fútbol. No se había dado nunca. Era una irrealidad tener la posibilidad de vivir una cosa así. No existe, no hay antecedente”.

“Hubiese sido tremendamente duro no quedarnos con el trofeo. Pasa una sola vez en la vida”.

La emoción al hablar de Pisculichi 

“Tenía una personalidad con la que me sentía muy representado. Un tipo que hablaba poco, con un talento extraordinario que -a mi gusto- había sido desaprovechado. Cuando llegué y lo fui a buscar, le pregunté si se sentía capaz de que su talento lo podía expresar en un club que lo iba a exigir”.

“Él estaba convencido. Al principio, le costaba muchísimo. El partido contra Central, donde hace un gol de calidad, eso lo desbloquea y empieza a jugar de una manera… Creo que hubo un vínculo de entrada. Fue un compromiso. Jugó un semestre extraordinario. Ese gol y abrazo… (NdR: En el gol a Boca, en la Copa Sudamericana 2014) Me emociona. Siempre hablo con él. Lo quiero mucho”.

Qué deseaba cuando llegó a River

“Lo único que deseaba era mostrar que me había preparado para llegar a este lugar. Pensaba en demostrar que estaba capacitado. Después…”.

La jugada que podría haber cambiado su vida

“El hecho de jugar, entrar a la cancha, recuerdo que jugué ese partido contra Croacia, donde hago una jugada que hubiese significado un cambio en mi vida. Si hubiese entrado, hubiera quedado como uno de los goles más lindos del Mundial (Francia 1998). No fue. Vivir esa experiencia fue un montón para mí”. 

Los recuerdos de los Mundiales Francia 1998 y Corea-Japón 2002 

“No fueron de los recuerdos más gratos, no por no haber conseguido el logro sino el cómo se fue dando todo”.

“En 2002, con un seleccionado establecido, con una Eliminatoria que se había logrado con mucha comodidad… Fue una tristeza”.

El 2019 de River

“En 2019 lo normal era que hubiera habido una plancha generalizada. No va a haber una reacción inmediata. No sólo por nosotros, sino por todo el entorno, que iba a vivir bajo esa emoción por mucho tiempo”.

El día que se paralizó en una cancha 

“Un día sentí que a partir de ahí no fue lo mismo, sentí el peso de la responsabilidad, que fue el partido con Bolivia en la Copa América en Paysandú en 1995. Después de haber errado un penal en el amistoso previo en la inauguración en la cancha de Quilmes”.

“No pude levantar las piernas en el primer partido de la Copa América, me había paralizado”.

Cuándo empezó a pensar en ser entrenador

“Se me despertó la curiosidad a los 28 años. Algo interior. Yo aprendí que me encantaría dialogar con un jugador, que tenga curiosidad por aprender, interpretar o tener una opinión diferente. Es enriquecedor”.

La explicación sobre “la guardia alta” 

“Es estar mirando para los costados, mirar que no te aparezca nada por el lado que no mirás, tenés que tener ojos por todos lados. De alguna manera, me desarrollé con eso, de estar alerta en toda la vida. Pasan cosas alrededor. Me defiendo con una manera de estar alerta. En la vida hay que estar alerta”. 

Los “30 segundos” que le pidió a los hinchas de River el 9/12 

“No podés contestarle a todo el mundo. Hay gente que está esperando para atacarte. Lo que hice fue tratar de transmitir lo que significa haber ganado eso. Es un tesoro. Y va a ser un tesoro para toda la vida. Quería que los hinchas de River disfruten de ese momento, que va a ser eterno”.

La reflexión sobre los triunfos y el valor de la conducta en el fútbol 

“La victoria te confunde. Somos los mismos cuando ganamos y perdemos. Tratamos de hacer culto de lo que significa respetar las normas de convivencia, las jerarquías. Es lo que somos. Ha sido un gran mérito en todos estos años”.

El lugar del fútbol en la sociedad 

“Si tenemos un país socialmente difícil, el fútbol va a ser difícil. ¿Por qué no se pueden cambiar los paradigmas? Que hacer un bien puede ser una situación que genere adeptos para mejorar una situación en la sociedad”. 

El día a día de trabajo en River 

“En realidad, relajado relajado no estoy nunca… Solamente cuando me tomo días de descanso. Cuando estoy en la dinámica del laburo, una cosa me va llevando a la otra”.

“Es muy difícil estar relajado cuando se trata de competir. Más con la dinámica que traemos de jugar cada tres o cuatro días. Salís de un partido y te metés en el otro. Es muy difícil relajarse en ese período”.