Adornaban la monumental fuente de Plaza Alemania, en los bosques de Palermo. Un caso similar ocurrió hace poco en Plaza Francia.
Un grupo de desconocidos rompió los candados en las rejas de protección de la monumental fuente de Plaza Alemania, en los bosques de Palermo, y se llevaron los siete escudos de bronce de 150 kilos cada uno.
Por el momento, no hay detenidos ni pistas sobre los sospechosos pero el robo, por su magnitud, no tiene antecedentes, admitieron fuentes del gobierno porteño.
El hurto es similar a otro cometido cerca, en Plaza Francia, en Recoleta, donde desaparecieron tres escudos de 250 kilos cada uno de otra obra monumental.
Todos tienen carácter de objeto histórico pero, sobre todo, un valor económico potencialmente elevado.
Plaza Alemania es un espacio que cuenta con una reja en su periferia y portones de acceso, pero a pesar de eso el 20 de agosto pasado los candados de las puertas aparecieron rotos y en el interior del predio se observó la falta de siete escudos de bronce, los que estaban fuertemente sujetados a las paredes del monumento central, lo que obligó a un trabajo de horas y con herramientas especiales para cometer el robo.
Hasta el momento es materia de investigación cómo lograron ingresar los delincuentes para poder llevarse los objetos de las paredes y, sobre todo, para saber cómo lo hicieron puesto que necesitaron de un vehículo grande para el transporte de ese peso. Y de varias personas y varias horas para concretarlo.
Los objetos robados eran escudos de bronce donados por el gobierno de Alemania y cada uno tenía en su parte superior un cartel, también de bronce, con el nombre de la localidad germana a la que pertenecía.
“Land Hessen”, dice el cartel del único escudo que queda actualmente en una de las paredes, aunque se trata de una pieza que en realidad ya fue robada por lo que la actual es una réplica de resina y no de bronce como la original.
Luego del robo, otras placas habían quedado en el lugar pero a las pocas horas fueron sacadas por personal del gobierno porteño en una suerte de “rescate”, para resguardarlas de un posible nuevo hurto.
En ambos casos, el de Plaza Alemania y el de Plaza Francia, se trataba de objetos que datan de principios del siglo XX.