El cardenal Angelo Becciu es acusado de la compra millonaria y fraudulenta de un edificio en Londres por más del doble de su valor.
El Tribunal del Vaticano dio un paso histórico al ordenar juzgar a un cardenal por un gran escándalo financiero que salpicó a las más altas instituciones de la Santa Sede.
El purpurado italiano Angelo Becciu será juzgado junto a otras nueve personas por varios delitos relacionados con la ruinosa compra-venta de un edificio de lujo en Londres, que dejó un enorme agujero en las arcas de la Santa Sede.
El edificio costó 320 millones de euros –su valor de mercado es muy inferior a este precio- con una operación a través de la cual los intermediarios se llevaron comisiones millonarias.
El cardenal Becciu, sardo de 73 años, fue defenestrado el año pasado por el papa Francisco, quien le hizo renunciar como prefecto –ministro vaticano- de la Congregación de las Causas de los Santos, uno de los más altos cargos dentro de la Curia romana, y también le retiró las prerrogativas del cardenalato. Es decir, que mantiene el cargo pero no podrá entrar a la Capilla Sixtina en el caso de que se celebre un cónclave.