Hace justo un año, un terremoto causó 250 mil muertos en Haití. Hoy, el pequeño país caribeño se debate entre una brutal epidemia de cólera y la violencia política.
En medio de una creciente epidemia de cólera, mezclada con un clima de violencia y una crisis de infraestructuras, Haití recuerda un año después el devastador terremoto que el pasado 12 de enero devastó al país más pobre de América, sumiéndolo en la peor crisis de su historia, la cual aún no ha podido ni siquiera empezar a superar.
Según el gobierno, hacen falta 5.000 millones de dólares para ofrecer a los desplazados un mejor alojamiento que las tiendas en la que malviven hacinados y expuestos a problemas derivados de la falta de higiene, la inseguridad y las inclemencias meteorológicas, entre otras contingencias, indica un informe especial del diario “La Nación“.