Cecilia Marogna recibió del prelado Becciu medio millón de euros para una supuesta misión diplomática, pero parte de ese dinero lo gastos en objetos de lujo.
Pasó sólo una semana desde que el nombre de Cecilia Marogna irrumpiera en los medios italianos por unos turbios negocios con el cardenal Angelo Becciu, despojado sin los derechos al cardenalato en un castigo inédito del papa Francisco.
El culebrón de las intrigas vaticanas que rodea a Marogna se ha complicado: la supuesta experta en geopolítica, más conocida en Italia como “la dama del cardenal”, fue detenida este martes en Milán por la Guardia di Finanza (la policía fiscal italiana) siguiendo una orden de captura internacional emitida por los investigadores del Vaticano, que han activado a la Interpol.
Marogna, de 39 años, se ha convertido en el nuevo punto de mira del escándalo al descubrirse que el cardenal Becciu, fulminado por el Papa por sus escándalos económicos (también lo desplazó de su puesto como prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos), le entregó medio millón de euros de los fondos reservados de la secretaría de Estado de la Santa Sede, parte de lo cual lo habría terminado gastando en carteras y zapatos de lujo.
Becciu se encuentra en el centro de una investigación del Vaticano por la desastrosa compra de un edificio de lujo en Londres por parte de la cancillería, cuando él era sustituto de ese departamento de la Santa Sede.
La compra se hizo al parecer con fondos del Óbolo de San Pedro, que en teoría deberían haber sido destinados a la caridad del Papa.