El antiguo jefe de Gobierno prometió seguir incentivando la economía como su predecesor, pero carece de experiencia internacional.
Japón abrió una nueva etapa. Yoshihide Suga, el flamante líder del Partido Liberal Demócrata (PLD), ha sido elegido formalmente en el Parlamento como nuevo primer ministro, en sustitución de Shinzo Abe, que dimitió el 28 de agosto por razones de salud tras casi ocho años como jefe de Gobierno. El hasta ahora jefe de gabinete y ministro portavoz, que en sus primeras horas al mando ha nombrado un equipo continuista, afronta enormes desafíos. Tendrá que gestionar la pandemia de covid-19, que ha dejado más de 76.000 casos y más de 1.400 víctimas mortales. Y rescatar una economía a la que el coronavirus ha asestado un durísimo golpe.
En la sesión extraordinaria de la Dieta (el parlamento nipón) Suga, de 71 años, recibió el respaldo de 314 de los 462 escaños. En la cámara alta logró 142 votos de un total de 243. No hubo sorpresas: su nombramiento era algo hecho desde que el lunes quedó designado como sucesor de Abe al frente del Partido Liberal Demócrata (PLD), mayoritario en el Parlamento. Al anunciarse el resultado de la votación de este miércoles, entre los aplausos de los diputados, el ya primer ministro se inclinó cinco veces, en otras tantas reverencias, para agradecer su nuevo cargo.
Suga, mano derecha de Abe durante el mandato más extenso de las últimas décadas en Japón, había prometido continuidad, tanto en política exterior como en cuestiones internas. Su primera decisión, el nombramiento de su Gobierno, lo confirma. De veinte ministros, once ocupaban hasta ahora puestos en el gabinete de Abe: ocho mantienen el mismo cargo, mientras que otros tres cambian de cartera.