Fue una figura que sin llegar a los primeros planos o aparecer al frente de las carteleras con papeles protagónicos siempre encontró un espacio para lucir su sello
Atilio Pozzobón logró cumplir un sueño que pocos actores consiguen: hacer que cada una de sus apariciones en la radio, el cine y la televisión lograra ser recordada desde la risa franca, la ternura o la nostalgia. No necesit{o recorrer distancias extensas para llegar a esa meta. Nunca se propuso alcanzar alguna frontera más lejana que la de su lugar de origen.
Acaba de morir a los 82 años un actor de raza, querido por todo el mundo, que también se enorgullecía de ser un actor de barrio. Una figura que sin llegar a los primeros planos o aparecer al frente de las carteleras con papeles protagónicos siempre encontró un espacio para lucir su sello. Sus apariciones podían ser secundarias o circunstanciales, pero siempre dejará la sensación de que ningún otro podría reemplazarlo en ese puñado de pequeños grandes papeles que a partir de hoy se convierten en recuerdos inolvidables.
Pero además del recuerdo de los que siguieron su carrera en el espectáculo y festejaron a pura carcajada sus mejores personajes, como los que entregó en programas clásicos del humor argentino como “La revista dislocada” y “Telecómicos”, Pozzobón también quedará en la memoria de los aficionados al fútbol.