La ola de cólera y frustración ha provocado protestas en 75 ciudades en plena pandemia del coronavirus, una amenaza de repente olvidada.

Un hombre murió hoy en la ciudad estadounidense de Louisville, en el estado de Kentucky, tras un tiroteo con efectivos policiales durante la manifestación que se desarrollaba en protesta por la muerte de afroamericano George Floyd a manos de un agente.

El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, autorizó a la Policía estatal para que investigue de forma independiente lo sucedido durante la madrugada, cuando oficiales repelieron un ataque con armas mientras intentaban despejar a una gran multitud en un estacionamiento.

La filial radial de la CBS en la región, la WLKY-TV, dio cuenta que testigos aseguraron que las personas en el lugar no estaban protestando y simplemente ignoraban el toque de queda de la ciudad.

Al menos 40 personas fueron arrestadas en manifestaciones producidas anoche en la ciudad, informó CBS News.

Louisville era la ciudad de Breonna Taylor, asesinada por disparos policiales en marzo pasado.

El crimen de Taylor provocó una ola protestas y una revisión de cómo la policía de Louisville utiliza órdenes de allanamiento que permiten a los oficiales entrar a una casa sin anunciar su presencia, a menudo en casos de drogas para evitar que los sospechosos se deshagan de un alijo.

75 ciudades. La ola de cólera y frustración ha provocado protestas en 75 ciudades de Estados Unidos en plena pandemia del coronavirus, una amenaza de repente olvidada.

El objetivo de los manifestantes en Washington anoche parecía ser más causar daños materiales que provocar a los agentes de la Policía local, que desde la medianoche contaron con el apoyo de la Guardia Nacional, una fuerza de reserva del Ejército.

Los saqueos y actos de vandalismo que el fin de semana devastaron varias calles del centro y del histórico barrio de Georgetown, se extendieron esta madrugada por primera vez al norte de la ciudad, al barrio de Friendship Heights, en la frontera con Maryland.

Los helicópteros seguían sobrevolando la ciudad hasta bien entrada la noche mientras la policía local trataba de hacer valer el toque de queda, lo que -como en muchas otras ciudades del país, entre ellas Los Ángeles, Nueva York y Miami- parecía imposible.