La funeraria municipal anunció que dejaba de dar servicio por la falta de materiales.
La empresa concesionaria del Palacio de Hielo de Madrid cedió sus instalaciones para utilizarlas como morgue y poder así almacenar cadáveres de personas fallecidas con Covid-19.
Se trata de una medida extrema tomada ante la saturación de las empresas funerarias municipales que impide a las familias enterrar a sus difuntos en el plazo establecido por la ley.
La Comunidad de Madrid acordó la medida junto a la Unidad Militar de Emergencias (UME) y el propio Ayuntamiento de la capital quien esta mañana se había declarado incapaz “ante el aumento progresivo del número de fallecidos y la imposibilidad de las funerarias para poderlos enterrar en el plazo establecido”.
Se trata de una crisis, relatan desde el Ejecutivo regional, que hace necesario “disponer de instalaciones adicionales para poder gestionar el depósito y posterior traslado de cadáveres a destino final”.