Marcial Thomsen habló al ingresar a la cárcel de Dolores para visitar a su hijo Máximo.
â•ï¸ Crimen de Fernando: habla el fundador de “Le Brique”
ðŸ—£ï¸ “Los dos grupos fueron sacados por distintas puertas”
ðŸ—£ï¸ “Todo empezó por una fuerte discusión”
ðŸ—£ï¸ “Faltaba mas presencia policial”
ðŸ—£ï¸ “Si Fernando se quedaba adentro no estaba hablando de una muerte” pic.twitter.com/88rpGGK15w— C5N (@C5N) January 27, 2020
“Lo lamento tanto por los familiares de la víctima”, dijo Marcial Thomsen, padre de Máximo, el único familiar que cruzó unas palabras mientras atravesaba la valla de periodistas, cámaras y micrófonos. “Esto fue una tragedia, no son asesinos”, repitió, tal como había hecho el sábado último, cuando visitó en la comisaría de Pinamar a su hijo, uno de los principales acusados por el asesinato de Fernando Báez Sosa, cometido el pasado 18 en Villa Gesell.
Al salir de la vista realizada durante algo más de dos horas, el padre de Thomsen volvió a hablar con la prensa. “Tengo miedo de no verlo más en libertad”, se sinceró. Y agregó: “No creo que sea consciente de la pena”.
“Estaban alcoholizados”, expresó Thomsen padre, quien comentó que su hijo aceptó recibir ayuda psicológica dentro del penal. También indicó que entregó la clave de su celular para colaborar con la Justicia. “No quiero abrir los ojos”, indicó quebrado el padre del joven de 20 años que fue señalado por al menos cinco testigos como el principal agresor de Báez Sosa. “Para él fue una pelea”, comentó sobre lo conversado con su hijo.
“Obvio”, respondió cuando se le preguntó si su hijo y los demás imputados por el hecho están arrepentidos de lo que hicieron aquella madrugada.
El ingreso en la unidad penitenciaria se hizo en similares condiciones que lo hacen familiares de los demás reclusos, aunque en esta oportunidad se les habilitó un horario especial, posterior al que estaba previsto para las visitas a internos alojados en el sector de alcaidía, donde permanecen aquellos detenidos que no tienen prisión preventiva.