Relato de uno de los testigos clave del crimen de los rugbiers a la salida de un boliche en Villa Gesell.
Un nuevo testigo clave en la investigación por el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell declaró ante la Justicia que mientras el grupo de rugbiers golpeaba hasta la muerte al joven a la salida del boliche Le Brique le gritaba “negro de mierda”.
“Escuché voces que decían ‘negro de mierda’. Fernando (Báez Sosa) no pegó, solo trataba de defenderse. El de camisa negra le pegó dos puntinazos en la cabeza. Otro de remera blanca y pantalón oscuro también tiraba piñas y patadas”, declaró el joven ante la fiscal del caso, Verónica Zamboni.
Este nuevo testigo no es parte del grupo de amigos de la víctima. Se trata de un muchacho de 21 años que había ido a bailar esa noche a Le Brique y había salida del boliche minutos antes de que Fernando, sus amigos y los rugbiers fueran echados del local bailable.
“Al único que vi que le pegaba en la cabeza era el de camisa negra. El de camisa negra arengaba y le decía ‘cagón, levantate'”, detalló el testigo, describiendo como estaba vestido Máximo Thomsen, uno de los dos imputados como coautores y apuntado positivamente en todas las ruedas de reconocimiento por los otros testigos.
“Estábamos enfrente al boliche y en eso veo que a donde había estacionado un auto marca VW modelo Vento que se empieza a sacudir, puse mi atención ahí y advertí que había una pelea. Veo justo cuando cae Fernando, vi claramente cuando le pegaban. Lo primero que veo es a Fernando como arrodillado tratando de defenderse con los brazos, él imposibilitado de pegar, solo tratando de defenderse”, relató
“Uno de los que vi fue el de camisa negra desprendida (Thomsen). Ese chico parecía el líder del grupo, era el que iba al frente, el que más pegaba. También vi que le pega una segunda persona, que llevaba una remera de color blanca, de pelo corto con rulos, pantalón largo oscuro, de tez blanca… Había dos más que estaban de espaldas a mí que también le pegaban patadas a Fernando. Solo vi que llevaban ropa clara arriba”, continuó.
Cuando finalicen las ruedas de reconocimiento, serán trasladados al penal de Dolores los diez rugbiers detenidos: Luciano Pertossi (18), Ayrton Viollaz (20), Matías Benicelli (20), Alejo Milanesi (20), Blas Cinalli (18) y Juan Pedro Guarino (19), Máximo Thomsen (20), Enzo Comelli (19), Ciro Pertossi (19) y Lucas Pertossi (20).
Todos están acusados por el delito de “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas” por el cual podrían recibir una pena de prisión perpetua.