Las autoridades cerraron el local bailable Le Brique tras una nueva marcha para pedir justicia.
Las autoridades de la Municipalidad de Villa Gesell clausuraron esta madrugada el local bailable Le Brique, donde comenzó el altercado que terminó con el asesinato de Fernando Báez Sosa el sábado pasado​.
Cerca de las 3 de la mañana, la policía local puso la faja en las puertas del boliche, ubicado en la avenida 3 entre Buenos Aires y la calle 102, en medio de una nueva manifestación que reclamaba el esclarecimiento del hecho y el cierre del local.
Afiches con la cara de Fernando, velas y cantos de Justicia acompañaron el momento de la clausura. “Perdón, Fernando, por los que no te pudimos salvar”, se escuchó a una mujer en uno de los videos que circularon en las redes sociales.
Por la muerte del joven estudiante hay diez detenidos: dos de ellos, Máximo Thomsen y Ciro Pertossi, imputados como coautores del asesinato.
Este jueves empezarán las ruedas de reconocimiento en las que los amigos de Fernando volverán a ver al grupo de rugbiers acusados por la muerte del joven.
Báez Sosa fue asesinado este sábado a la madrugada, entre las 4.44 y las 4.45, en la puerta del local bailable.
Minutos antes, los dos grupos que forcejearon dentro de Le Brique fueron echados por el personal de seguridad y, ya en la calle, Fernando fue atacado a golpes de puño y patadas.
“Cuando lo encontramos le estaban haciendo masaje cardíaco, y estaba conectado a un desfibrilador. Pero, lamentablemente, no había ningún signo vital que pudiéramos constatar”, relató este miércoles la médica Carolina Giribaldi, que llegó con la ambulancia menos de 10 minutos después de ser informados sobre la situación.
El lunes por la noche los vecinos organizaron la primera marcha, una sentada pacífica, en el centro de Villa Gesell, luego de que el boliche abriera las puertas el sábado por la noche, menos de 24 horas después del crimen.
En el episodio, el grupo de rugbiers detenidos involucró a Pablo Ventura, otro joven de Zárate. Sin embargo, “el detenido número 11”, como se lo llamó, pudo demostrar su inocencia y fue liberado en las últimas horas del martes.
La familia de Báez Sosa designó como su abogado a Fernando Burlando, quien el miércoles aseguró que “la única pena posible para estos animales es la prisión perpetua”.