La diva volvió a quedar en el centro de una polémica por sus violentas declaraciones.
Los primeros días del año no han sido precisamente apacibles para la familia de Susana Giménez: a la violenta pelea que protagonizaron en La Barra su nieta y su hija -Lucía Celasco y Mercedes Sarrabayrouse, respectivamente- ahora hay que sumarle una nueva polémica desatada por la propia diva de los teléfonos en un contacto con la prensa.
Todo sucedió en un evento organizado el viernes pasado por Venetian Luxury Residences, un exclusivo emprendimiento inmobiliario.
En este contexto, Susana fue consultada sobre si tenía algún “deseo especial para este año” y sostuvo que todos sus deseos son “para la Argentina”.
“Que se arregle todo de una vez. Que dejen de hablar de la pobreza, y si hay mucha pobreza que la gente vaya al campo. Nosotros fuimos siempre el granero del mundo y hay que enseñarle a la gente, por ejemplo, del norte a plantar, a tener gallinas en el gallinero. Qué sé yo, cosas”, continuó.
Susana también se acordó del presidente Alberto Fernández. “Yo le deseo lo mejor, no soy K”, afirmó la conductora, que nunca ocultó su favoritismo por Mauricio Macri. Y dijo que está dispuesta a invitar al flamante Presidente a su programa “si en seis meses es un dios”.
Susana permanecerá hasta febrero en La Mary, su quinta esteña de cinco hectáreas, y luego viajará a Miami con la expectativa de volver a la TV a mediados de año.