Se encontró con los jefes comunales para tratar de destrabar la sanción de su ley de reforma impositiva. Aspira a una sesión el próximo jueves.
El gobernador bonaerense Axel Kicillof envió este lunes a la Legislatura provincial un nuevo pedido de sesiones extraordinarias para tratar la ley impositiva 2020, cuya sanción se frustró la semana pasada por el rechazo de la oposición de Juntos por el Cambio, y se reunió con intendentes opositores para destrabar una futura sesión, el próximo jueves.
“El gobernador fue claro y explícito, no hay municipios de primera o de segunda. Se los invitó a trabajar en conjunto. pero fue una reunión muy constructiva”, reveló el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Blanco.
“Fue una primera reunión que sienta las bases para un trabajo muy fructífero”, agregó el funcionario a la prensa al finalizar el encuentro, en el que Kicillof les explicó a los intendentes “el criterio” de los aumentos en los impuestos a inmuebles rurales y urbanos que plantea la ley. Además, Blanco adelantó que volverán a presentar el proyecto “con algunas modificaciones menores”.
Por su parte, el intendente de Vicente López, Jorge Macri, y el jefe comunal de Trenque Lauquen, Miguel Fernández, destacaron el tono de la reunión y coincidieron que “con un poco más de diálogo y tiempo” puede haber acuerdo por la ley.
“Lo que faltó la semana pasada fue tiempo y ahora nos lo estamos dando. Estamos tratando de lograr de que sea con el mayor consenso posible, para que sea viable para la provincia y los municipios. Esta semana tenemos más tiempo y quizá eso ayude”, señaló Macri.
En la misma sintonía, Fernández remarcó que “falta un poquito más de diálogo, de acuerdos y un poco más de tiempo”.
La intención de Kicillof era impulsar un nuevo debate hoy o mañana viernes, pero por cuestiones reglamentarias -la convocatoria requiere un anticipo de tres días en Diputados y de tres días hábiles en el Senado- la sesión se concretaría recién la semana próxima.
En el ahora oficialismo aseguran que la exgobernadora María Eugenia Vidal había acordado con Kicillof que Juntos por el Cambio apoyaría los primeros proyectos legislativos de su sucesor, como sucedió con el paquete de leyes de emergencia.
A cambio, Kicillof le entregaría a Vidal, llave en mano, una serie de cargos en organismos de control y empresas del Estado (se habla de una veintena de puestos) para que la exmandataria distribuyera entre sus aliados. También, y en el caso de la ley impositiva, acordaron que habría un punteo entre el ministro de Hacienda de Kicillof, Pablo López, y su antecesor, Damián Bonari, para sugerir cambios.
Esas reuniones se concretaron y los cambios fueron sugeridos pero, en el medio, la sesión se cayó ruidosamente y la oposición denunció un “impuestazo”.
El pasado domingo, en una entrevista con Página12, Kicillof denunció un “show mediático” y volvió a destacar que la ley impositiva tiene un carácter progresivo: que así como las propiedades de mayor valuación tendrán un 75% de suba del impuesto inmobiliario, las menos valuadas aumentarán 15 y 35%, por debajo de la inflación.
Pero antes, el mismo viernes, Kicillof había advertido a la prensa que Vidal “se fue de viaje” a Europa y que su mano derecha, el exjefe de Gabinete Federico Salvai, “tampoco” estaba en la provincia.
Lo que molestó a Kicillof, según el oficialismo, no fue tanto la ausencia de Vidal o Salvai sino el “incumplimiento” del acuerdo y, en paralelo, la aparición de un nuevo jugador en la mesa de negociaciones: el intendente de Vicente López, Jorge Macri. “Se arrogó ese papel ante los medios, el viernes”, señalan desde La Plata. “Si ahora el jefe de la oposición es otra persona, si no responden más a Vidal, esperamos que nos lo hagan saber, porque nosotros teníamos un acuerdo con ella”, chicanearon.
Desde Juntos por el Cambio rechazan esa lectura: señalan que su mesa política estuvo en contacto continuo con Vidal y que Jorge Macri fue el vocero de un rechazo consensuado: por teléfono ante Kicillof -también recibió llamadas de la Casa Rosada- y ante los medios. “Solo había un compromiso de darle tratamiento a la ley, no de aprobarla. Es mentira que el aumento del Inmobiliario afecta ‘solo a los ricos’: de los 4,6 millones de contribuyentes del inmobiliario urbano dos millones quedan bajo el 75% porque sus propiedades están valuadas en más de 680.000 pesos”, señalaron.