El vicepresidente electo se había comprometido con un periodista, pero finalmente las cosas no ocurrieron como habían sido planeadas.
Todavía no pasaron 24 horas del resonante y amplio triunfo de la lista opositora encabezada por Jorge Amor Ameal en las elecciones de Boca Juniors y el vicepresidente segundo electo, Juan Román Riquelme, ya se convirtió en todo un político: rompió una promesa.
Algunos dirán que no hay que tomar literalmente todo los que dicen las personas. Pero el dicho popular es claro: “El hombre es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras”.
Y Román sabe mejor que nadie eso, ya que es -lejos- el mejor declarante del ámbito futbolístico argentino. Pero esta vez, quedó en “off-side”.
En plena campaña electoral para vencer al oficialismo macrista, que dejará el poder en Boca después de 24 años, Riquelme visitó a Jorge Rial en su programa “Intrusos”. Y cuando lo consultaron sobre el DT en caso de que su lista ganara, Román fue clarito: “El lunes hablamos del técnico”.
El conductor y sus panelistas le insistieron y el excrack fue clarito: “Si me invitan, el lunes vuelvo y hablamos de lo que quieran”.
Cuando hoy abrió su programa, Rial mostró una silla vacía con un mate listo y una camiseta de Boca a la espera de Román. Hasta se permitió jugar al misterio. “La invitación está hecha”, dijo el conductor. Sin embargo, la actualidad cambió drásticamente y la muerte del actor Santiago Bal cambió el foco del programa, que dejó el deporte de lado y volvió a su tradicional estilo sobre el espectáculo. Y Riquelme no fue. Ni habló del futuro DT. ¿Qué hubiera sucedido si no fallecía el histórico artista?