El candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, participó del congreso de la CTA-T que aprobó la unificación con la CGT.

El candidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández, celebró y bendijo este jueves la decisión de la CTA de los Trabajadores, de Hugo Yasky, de reincorporarse a la CGT después de casi 28 años de producida la ruptura.

“El gesto de la CTA de unirse a la CGT es estratégicamente y moralmente tan grande como el que tuvo Cristina al dar un paso al costado. Es un gesto enorme de madurez”, aseguró el exjefe de Gabinete de Néstor y Cristina Kirchner al cerrar un acto que reunió a Yasky con Hugo Moyano y Máximo Kirchner en el microestadio de Lanús.

En el escenario también estaban Pablo Moyano, Sergio Palazzo, Roberto Baradel y Omar Plaini, protagonistas del nuevo polo de poder sindical, mientras que Axel Kicillof, de recorrida por la provincia de Buenos Aires, envió saludos en un mensaje grabado.

“Un día, (Juan) Perón les reconoció a los que trabajan los derechos de sindicalizarse, los derechos del trabajador, del aguinaldo, de las vacaciones pagas. ¿Resulta que ahora esos son privilegios? ¡Por favor, que no nos confundan! Las mejores sociedades son las que distribuyen derechos, no las que los quitan”, dijo Fernández, que fue ovacionado por unas 3000 personas que colmaron el predio.

Unos minutos antes, Yasky había cumplido con la formalidad de someter a votación la moción para iniciar el proceso de reunificación. Fue una respuesta al cambio de escenario político y a un pedido del candidato, que aspira a tener como aliada a la CGT en el pacto social si accede al poder.

La moción se aprobó por unanimidad, igual que la propuesta para que la central dé su apoyo electoral al Frente de Todos. “La CTA se encamina hacia la unidad de la clase trabajadora argentina con la CGT. ¡Momento histórico!”, se entusiasmó Yasky, y desde los tres costados del estadio le devolvieron un cantito: “¡Y ya lo ve, y ya lo ve, hay una sola CGT!”.

El proceso de reunificación completo, sin embargo, todavía deberá esperar para concretarse ya que la CTA Autónoma, que lidera Ricardo Peidro, se quedaría afuera.

Este sector plantea la “autonomía” como base fundacional de la central y considera que para reincorporarse a la CGT antes debería “disolverse” el sello CTA.

La rama de Peidro fue la que desplazó, después de una batalla judicial por las irregularidades en el proceso electoral, a Pablo Micheli, que ayer participó del acto en Lanús. Pero lo fundamental es que la otra pata ausente es la de los gremios mayoritarios de la CGT, “los Gordos” y los “independientes”.

Enfocado en el paso que acababa de darse, Fernández dio un discurso enérgico en el que volvió a contrastar su proyecto con el modelo de Mauricio Macri. “Siempre que me pregunta alguien: ‘¿De dónde vas a sacar la plata para hacer todo lo que prometés?’. ¡Voy a sacar la plata de la usura que les pagan a los bancos con las Leliq! ¡Voy a dejar de pagarles a los usureros para que los docentes tengan un salario digno y todos los trabajadores, su paritaria, año tras año!”, aseguró.

En el escenario también lo aplaudieron Edgardo Depetri, candidato a intendente del Frente de Todos en Lanús y dirigente de la CTA; Gisela Marziotta; Verónica Magario y Felipe Solá.

El mensaje incluyó también dardos para María Eugenia Vidal. “Gobernadora, despiértese. La universidad está llena de hijos de trabajadores”, levantó el tono, después de recordar que Vidal había dicho que los pobres no llegaban a la universidad.

Sobre Macri, dijo que deja un país similar al de 2003, “con una devaluación del 500%” y “con el doble de inflación” que en 2015.

Antes de Fernández, había tomado la palabra Máximo Kirchner, que se encargó de transmitir saludos de Cristina, los que fueron muy celebrados por el público.

El hijo de la expresidenta trazó otro paralelismo histórico: sostuvo que el modelo económico de Macri es el mismo que aplicó la última dictadura. “Traje mi iPad”, dijo, risueño, antes de desplegar una hoja con anotaciones a mano, que usó de apunte para denunciar la salida de 34.000 millones de dólares de reservas en los últimos seis meses. “Se fueron sin que ningún argentino haya visto mejorar una escuela o un hospital”, dijo, y dedicó el remate a Macri: “Esta es la realidad, para los que andan de caravana”.