En los terceros comicios en tres años, el PSOE es favorito pero tendrá dificultades para formar gobierno. La irrupción de Vox, que será protagonista.

Sobre las elecciones generales de hoy, domingo, en España se cierne un panorama incierto que contempla desde la imposibilidad de formar gobierno hasta la llegada al Parlamento de la extrema derecha de Vox.

Unos 37 millones de españoles votarán en la elección más polarizada de las últimas décadas, la  tercera en tres años y medio y el riesgo de un “bloqueo” político, como en 2016, vuelve a ser alto.

Si bien las encuestas descuentan una victoria del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, su Partido Socialista Obrero Español (PSOE) no dispondrá de mayoría para gobernar sin alianzas.

Sánchez tendría que acordar con la izquierda de Podemos, a la que los sondeos el anticipan un mal resultado, y con los partidos regionales como los independentistas catalanes o los nacionalistas vascos.

Otra opción sería una alianza con Ciudadanos, un partido de centro-derecha liberal que oficialmente dice querer “echar a Sánchez” y gobernar con los conservadores del Partido Popular (PP).

El PP, por  su parte, aspira a un escenario completamente distinto: sumar con Ciudadanos y la extrema derecha de Vox para volver después de un año al poder.

La inestabilidad comenzó en las elecciones de diciembre de 2015, que marcaron el fin del bipartidismo con la irrupción de Podemos y Ciudadanos y condujeron a un bloqueo político.

En junio de 2016 se celebraron elecciones y Mariano Rajoy pudo finalmente asumir en octubre.

No obstante, hoy la irrupción de la extrema derecha es la gran novedad. Según los sondeos, unos 30 escaños serán para Vox, ultranacionalista y radicalmente opuesto al separatismo catalán, la inmigración ilegal y el feminismo.

Un resultado así supondrá el regreso de la extrema derecha al escenario político, sin presencia desde la muerte del dictador Francisco Franco en 1975, algo que se da a tono con lo que sucede en el resto de Europa.

Tras sufrir una severa recesión y años de austeridad, España experimentó una firme recuperación con tres años de crecimiento por encima del 3%, entre 2015 y 2017.

Sin embargo, este crecimiento se desaceleró a 2,6% en 2018 y hay una previsión de 2,2% para el corriente año.

El desempleo de 14,7% en el primer trimestre es el segundo más alto de Europa solo por detrás de Grecia.