Elisa Carrió recibió grabaciones que muestran que Roberto Baratta estaba al tanto de la denuncia contra el fiscal de la causa de los cuadernos de las coimas.
El viernes 8 a la madrugada el blog de Horacio Verbitsky, ex columnista de Página/12, difundió un texto en el que se acusaba al fiscal del caso de los cuadernos de las coimas K, Carlos Stornelli, de extorsionar mediante un supuesto operador suyo,Marcelo D’Alessio, a un empresario que finalmente se supo que ni siquiera está mencionado en ese expediente.
Por ese tema se radicó una denuncia en el juzgado federal de Dolores, del doctor Alejo Ramos Padilla, que ahora investiga al investigador del mayor caso de corrupción de la historia argentina.
Para la mayor parte de las personas que se informan sobre esa trama, cada vez más documentada, la acusación de Verbitsky, desmentida luego por Stornelli, fue una sorpresa.
Pero había alguien que la estaba esperando desde hacía varias semanas: el procesado con prisión preventiva en la causa cuadernos, Roberto Baratta, ex funcionario del ex Ministerio de Planificación Federal K y jefe del remisero Oscar Centeno, quien redactó en los cuadernos el camino de los sobornos que cobraban funcionarios K, tal como admitieron algunos de ellos y los empresarios que los pagaban.
La Coalición Cívica, el partido político de Elisa Carrió, denunció ante la Justicia que la acusación contra Stornelli es una “operación” que se armó desde la cárcel de Ezeiza, el lugar de detención de Baratta.