Víctor Manzanares lo declaró el viernes ante la Justicia en la causa de los cuadernos. Los hoteles y la inmobiliaria como pantalla, y el rol de Máximo.
El juez federal Claudio Bonadio analizará desde hoy si acepta como imputado colaborador en la causa de los llamados “cuadernos de las coimas” a Víctor Manzanares, excontador de Néstor y Cristina Kirchner, quien aseguró el viernes pasado en los tribunales de Comodoro Py que la dos veces expresidenta conocía sus maniobras de lavado de dinero.
Manzanares declaró el viernes durante once horas ante el fiscal Carlos Stornelli y firmó luego su oferta de colaboración.
La confesión incluyó detalles de su tarea como contador de la familia Kirchner, habló del objetivo de las sociedades anónimas Los Sauces y Hotesur y aseguró que se crearon para lavar dinero.
También señaló que los dos exmandatarios eran la cabeza de esa estructura y apuntó además a los empresarios Cristóbal López y Lázaro Báez, ambos presos, el primero por una millonaria evasión impositiva y el segundo, por lavado de dinero y activos.
Manzanares ratificó que el dinero se trasladaba al departamento de la expresidenta en el barrio de Recoleta y remarcó que desde el fallecimiento de su esposo, en 2010, “ella estuvo al tanto de todo”.
Con estudio en Río Gallegos desde hace tres décadas, Manzanares fue el responsable de las declaraciones oficiales de Néstor y Cristina Kirchner cuando llegaron a la Casa Rosada. Pero, además, conoció de cerca la conformación de las empresas familiares, sus movimientos contables y quiénes intervenían en los acuerdos comerciales.
El excontador de los Kirchner está procesado en la causa de los cuadernos por presunto lavado de dinero en el tramo donde se investigó al entorno de Daniel Muñoz, exsecretario privado de Néstor, por operaciones sospechosas en Estados Unidos, inicialmente por 70 millones de dólares.
Según adelantó este fin de semana Clarín, ahora se presume que los bienes adquiridos por Muñoz y su red de testaferros superarían los 500 millones de dólares.
A ese número se habría llegado, entre otras cosas, por la información y la documentación aportada por Manzanares.
Cuando confesó ante el fiscal Stornelli, acompañado de sus defensores Alejandro Baldini y Roberto Herrera, el excontador de los Kirchner dio detalles de la estructura societaria familiar.
En primer lugar relató que tanto Los Sauces (inmobiliaria) como Hotesur (dueña del hotel Alto Calafate) fueron empresas creadas con un único objetivo de “lavar dinero”. “Todos lavaban”, resumió Manzanares.
Las operaciones de blanqueo realizadas a través de las dos empresas de la familia Kirchner fueron objeto de investigación y derivaron en sendas causas, previas a las revelaciones de los cuadernos.
Respecto a Los Sauces, la Justicia concluyó que se usó para que “una porción de lo que era sustraído al Estado Nacional -a través de la obra pública vial (a Báez) y concesiones otorgadas (Cristóbal López)- fuera a parar a los expresidentes y a su núcleo familiar”.