Brett Kavanaugh, el candidato ultraconservador de Donald Trump para ocupar una vacante en la Corte Suprema, atraviesa un calvario mediático y político. Acusado por cuatro mujeres de abusar de ellas en su juventud, la mayoría republicana en el Senado no alcanzó para evitar una última investigación del FBI. Qué se juega.
El caso de Brett Kavanaugh, el juez propuesto por el presidente de EEUU, Donald Trump, para ocupar una vacante en la Corte Suprema de Justicia, debe verse como un hito más en un proceso de deterioro de la institución presidencial en Washington.
La mayoría republicana en el Comité de Justicia del Senado aprobó la nominación, pero un senador oficialista -crítico de Trump- pidió a último momento que fuera investigado por el FBI para descartar que hubiera abusado de cuatro mujeres en su juventud, tras el dramático relato de una de ellas ante la comisión senatorial.
La idea de proponer a Kavanaugh solo se entiende en la necesidad de Trump de atender a su público doméstico, radicalizado y creyente, pero permite que los demócratas sigan “limando” la imagen del magnate inmobiliario, que en menos de dos años exhibe el poco elogioso récord de sumar más escándalos que ningún otro mandatario estadounidense.
Muy probablemente, Kavanaugh sea nominado finalmente la semana próxima, salvo que en tan poco tiempo surjan nuevos testimonios, pero el daño político ya fue hecho.
Trump debió ordenar este viernes una nueva investigación de la Agencia Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) sobre su nominado al Tribunal Supremo. Lo hizo a pedido del senador republicano Jeff Flake, un moderado que hasta último momento dudó en darle su apoyo al postulante. No obstante, advirtió que la investigación debe ser de “alcance limitado” y no debe durar más de una semana.
El jefe de la Casa Blanca le dio la orden al FBI luego de que el Comité Judicial del Senado votara esa recomendación a pedido de Flake, quien inicialmente había anticipado que votaría a favor de Kavanaugh pero luego condicionó su voto para que se diera paso a la investigación oficial.
Flake informó sobre su nueva postura luego de que fuera enfrentado en un elevador del Capitolio por dos mujeres presuntas víctimas de abuso sexual, quienes llorando le pidieron que cambiara de opinión.
La orden de Trump y el acuerdo entre los senadores republicanos sorprende ya que, anteriormente, habían insistido que una investigación era innecesaria. Incluso, la Casa Blanca detalló en su momento que Kavanaugh fue investigado.
Por su parte, Kavanaugh aseguró que “continuará cooperando” con las autoridades ante la posible reapertura de las investigaciones por parte del FBI para hallar respuestas sobre las presuntas alegaciones de abuso sexual que pesan en su contra.
“A lo largo de este proceso fui entrevistado por el FBI, hice varias llamadas sobre mis antecedentes con el Senado, y ayer respondí directamente a preguntas bajo juramento sobre cada tema que los senadores y sus abogados pidieron. He hecho todo lo que pidieron y continuaré cooperando”, dijo en un comunicado.
Ford. El peor momento de la discusión sobre el caso Kavanaugh fue el pasado jueves. Ese día, Christine Blasey Ford, una de las cuatro mujeres que acusaron de agresión sexual a Kavanaugh, afirmó ante un comité del Senado que está segura de que el jurista era quien la atacó hace 36 años.
“Tengo miedo. Estoy aquí porque creo que es mi deber cívico contarles lo que me pasó cuando Brett Kavanaugh y yo estábamos en la escuela secundaria”, expresó, tras contar que en las últimas semanas recibió amenazas que la obligaron a ella y a su familia a permanecer en su casa.
La mujer explicó que temió ser asesinada accidentalmente cuando, según su relato, Kavanaugh cubrió su boca para evitar que gritara en ocasión del ataque, consumado, según la mujer, durante una fiesta estudiantil en 1982.
“Fui por las escaleras al siguiente nivel para usar el baño. Cuando llegué al final de la escalera, fui empujada desde atrás a un dormitorio. No pude ver quién me empujó. Brett y Mark entraron en el cuarto y trabaron la puerta”, comenzó su exposición.
“Había música en el cuarto, que fue puesta a más alto volumen por Brett y Mark después de que entramos allí. Fui empujada a la cama y Brett se lanzó arriba mío. Comenzó a manosearme todo el cuerpo y a frotar su cadera sobre mí. Grité tratando de que alguien me oiga escaleras abajo, y traté de sacármelo de encima, pero era demasiado pesado”, prosiguió.
“Brett me tocó y trató de sacarme la ropa. Le costaba porque estaba muy borracho y porque yo tenía ropa interior de una pieza debajo de la ropa. Creí que iba a violarme”, relató.
“Traté de gritar por ayuda, pero cuando lo hice, Brett me tapó la boca para que deje de hacerlo. Esto fue lo que más me aterrorizó y tuvo el mayor impacto en mi vida posterior. Fue muy difícil para mí poder respirar, y pensé que Brett iba a matarme accidentalmente”, contó la mujer.
“Mark alentaba a Brett, aunque a veces le decía que se detuviera. Un par de veces hice contacto visual con Mark y pensé que el debería ayudarme, pero no lo hizo. Mark trató de trepar a la cama un par de veces mientras Brett estaba sobre mí. La última vez que lo hizo, nos dimos vuelta y Brett ya no estaba sobre mí. Entonces pude zafarme y salir corriendo del cuarto”, cerró su estremecedor relato.
“Esto fue lo que más me horrorizó, y que tuvo el impacto más duradero en mi vida”. Ford dijo que como resultado ha sufrido ansiedad y fobias desde ese momento.