Fue en la misa de cierre en el Phoenix Park ante medio millón de feligreses, donde hizo el “mea culpa” en forma de oración.
En el segundo y último día de su visita a Irlanda el Papa Francisco rezó por la “curación” de las víctimas de abusos sexuales cometidos por miembros del clero en el país, a quienes, dijo, se les dejó “una cicatriz de recuerdos dolorosos”.
Pero luego de que el sábado admitiera que la Iglesia irlandesa “fracasó” en las últimas décadas para detener la catarata de casos, este domingo la elogió por “la honestidad y la integridad” con la que está afrontando actualmente la prevención y la atención de las secuelas de este flagelo. Al punto que consideró que ella “puede ofrecer a toda la sociedad un ejemplo y una llamada”.
Al darle ayer la bienvenida al país, el joven primer ministro irlandés, de origen indio y abiertamente gay, Leo Varadkar, enfrentó crudamente al Papa en un discurso durísimo, pronunciado en el imponente hall del castillo de Dublín.
Allí le reclamó a Francisco “acciones y no palabras” para enfrentar la crisis de abusos sexuales y de poder en el clero e incluso fue más allá: sin pelos en la lengua, también reivindicó la “modernización” que hubo en este país con la legalización del aborto -aprobado en mayo pasado en un referéndum- y de las uniones homosexuales, en 2015, y urgió a la “apertura de un nuevo capítulo en la relación entre Irlanda y la Iglesia católica”.
Francisco viajó a Irlanda para presidir una nueva edición del Encuentro Mundial de las Familias, un mega evento que la Iglesia realiza cada tres años en una ciudad distinta con el fin de promover una institución que considera clave, informa hoy el diario Clarín.
Pero su paso por estas tierras (de apenas 34 horas) estuvo signado por los casos de abuso sexual, ya que Irlanda fue uno de los países más afectados y porque un espeluznante informe reciente de la Justicia de Estados Unidos reactualizó el tema.
Además potenció reclamos, como que la Iglesia no sólo expulse a los curas abusadores sino también a los obispos encubridores.