La histórica mole cumplió 80 años. Un meganegocio inmobiliario en el que la política de la Ciudad metió la cuchara.

“Primero tenemos que resolver internamente si vamos por la reestructuración del Monumental o si hacemos un estadio nuevo. Estamos los que creemos que hay que construir un nuevo estadio a no más de 400 metros de donde estamos ahora y yo soy uno de ellos”.

La frase pertenece a Rodolfo D’Onofrio, el presidente de River. “¿Por qué uno nuevo?”, se autopreguntó el titular del club “millonario”, quien a la vez respondió: “Porque el Monumental tiene 80 años. Los cimientos, el hormigón y los hierros están deteriorados. No hay inseguridad ahora, pero dentro de diez años puede haber problemas. Hay que adelantarse y hacer algo. Reformar el actual puede salir más caro que hacer uno nuevo. Y ahí tenés otro problema: mientras reformás este, ¿dónde jugamos?”

Según D’Onofrio, el club perdería la localía y las recaudaciones. “Es una idea: no correr el club pero sí construir un estadio. Estuve en el Mundial y me preguntaba por qué River no podría tener un estadio como los de Rusia. Lo podemos hacer”, afirmó en una entrevista con el diario Perfil.

En su momento, el dirigente riverplatense había manifestado que se podría hacer a unos 600 metros del actual, en el predio que se encuentra detrás del Espacio de Memoria y Derechos Humanos (ex Esma).

“Hay algún lugar y estamos elaborando todo eso. Tenemos que hacer un planteo de todo: económico, financiero, dimensiones, los pro y los contras de quedarse o correrse. A veces uno no quiere dejar el templo, pero Atlético de Madrid lo hizo y el Bilbao también”, agregó.

Justamente en octubre del 2017 y acompañado por Mariano Taratuty, titular del departamento de planeamiento del club, visitó el Wanda Metropolitano, el Nuevo San Mamés y los estadios del Real Madrid y el Bayern Munich.

Pero nada es inocente, cuando se maneja uno de las instituciones más grandes de Argentina y de América. La idea de mudar el estadio está en la cabeza de D’Onofrio pero cuenta con el apoyo inestimable de Diego Santilli, actual vicejefe de Gobierno porteño, hincha de River e hijo de Hugo, el ex presidente. Su hermano Darío es prosecretarío de la Comisión Directiva.

“El Colorado”, a su vez, tiene el visto bueno del uno en la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, que es hincha rabioso de Racing pero acá las simpatías personales mucho no cuentan. Acá se está hablando de un negocio de decenas de millones de dólares.

Larreta consiguió destrabar la venta de los terrenos frente al estadio, los del Tiro Federal, que se mudará detrás de la Lugones para dejar vacío ese extenso terreno, donde se construirán unas torres de lujo con una inversión cercana a los 100 millones de dólares.

Si el estadio corre la misma suerte, si lo mudan, podrían vender esas cuatro hectáreas, valuadas en unos 85 millones de dólares.Con ese dinero se construiría el nuevo Monumental, a seis cuadras.

Si toda la operación se concreta, lo que ocurrirá es que se dispararán los precios de las viviendas del llamado Barrio River, cuyos pobladores ya están pidiendo más de lo que valen previendo que, con tanto apoyo oficial, el traslado del Antonio Vespucio Liberti será una realidad.

Gracias a Larreta, el negocio inmobiliario en la Ciudad no para de crecer.