Entre partido y partido del Mundial, la tierra rusa regala maravillas naturales increíbles.
Mientras sigue desarrollándose el Mundial de Fútbol en Rusia, el país más extenso del planeta, los turistas de todas partes del mundo que arribaron a esas tierras tienen la posibilidad de descubrir los atractivos turísticos menos conocidos.
Una de las maravillas naturales que Rusia ofrece al visitante es la formación rocosa conocida como Man-Pupu-Nior, que significa “pequeña montaña de ídolos” en idioma mansi, los antiguos pobladores de la zona.
Los siete gigantescos pilares de piedra con formas anormales están ubicados al oeste de las montes Urales, en el distrito Troitsko-Pechorsky de la República de Komi, a 200 kilómetros del centro urbano más cercano.
Consideradas sagradas por la antigua tribu mansí, estas formaciones tienen entre 32 y 40 metros de altura. La explicación científica de estas piedras es la erosión de la lluvia, el viento, la nieve y el calor a las montañas que se erigían hace unos 200 millones de años.
La extraña ubicación de las piedras, una separada de las otras seis, que están en fila, dio pie a una mucho más atractiva historia para el turismo.
El acceso al lugar estaba antiguamente prohibido a todos, excepto a los chamanes de la tribu de los mansí, que deidificaban a las piedras. S
Según la historia oral, uno de los hechiceros habría encantado a seis gigantes malvados que intentaron cruzar la montaña, convirtiéndolos en piedra, pero el destino hizo que el chamán también sufriera el embrujo y él mismo se transformara también en una víctima.