Un equipo de científicos franceses autentificó la reliquia, profanada durante la revolución francesa y reencontrada en 2008 en la casa de un jubilado.
El portal del diario madrileño “El Mundo” reseña que la cabeza del rey Enrique IV de Francia y III de Navarra, el primer rey de la Casa de Borbón, volverá a descansar en la basílica de los monarcas galos.
El rey, el primero de la dinastía de los Borbones, es uno de los más queridos en Francia y fue conocido como ‘Enrique el bueno’ o ‘el galante’, por su conocido éxito entre las damas.
El monarca (que había decretado la libertad religiosa de los protestantes en el Edicto de Nantes) fue asesinado en 1610 por un fanático católico, François Ravaillac, y enterrado en la basílica de Saint-Denis, donde descansan los reyes de Francia.